Una historia digna de una novela de Gabriel García Márquez se desarrolló recientemente en la localidad argentina de Villa Carmela. Un joven de 22 años, que había estado ausente de su hogar durante tres días, regresó para encontrarse con una escena impactante: su propia familia estaba celebrando su funeral.
Según los reportes, la morgue local había entregado erróneamente el cuerpo de otra persona a los familiares, quienes habían procedido a realizar los preparativos para el sepelio. Todo ocurrió el 18 de septiembre, justo cuando el joven había realizado un viaje y se encontraba lejos de su casa.
El regreso inesperado
Al llegar a su hogar, el joven se quedó atónito al ver a sus seres queridos reunidos en torno a lo que parecía ser su propio ataúd. Sin dudarlo, se apresuró a gritar: «¡Estoy vivo!», generando una reacción de terror, gritos y confusión entre los presentes, quienes no podían creer lo que estaban presenciando.
Una pesadilla hecha realidad
Según una tía del joven, este incidente ha sido «un milagro y una pesadilla» para la familia. «Es la realidad que viven las madres de los jóvenes que son adictos: se van de la casa y no regresan más. Uno nunca sabe lo que les puede pasar o si están vivos. Es un drama», expresó.
Las autoridades han iniciado una extensa investigación para determinar cómo se produjo este lamentable error por parte de los servicios locales. Sin duda, este caso servirá como un recordatorio de la importancia de la precisión y el cuidado en los procesos de identificación y entrega de cuerpos, evitando así situaciones traumáticas para las familias.
