La danza contemporánea se convierte en una poderosa herramienta de expresión y supervivencia artística en la obra Removernos a Cielo Abierto: Estrategia de Supervivencia. Este montaje, presentado por el grupo de danza Pseudónimo de Arte Contemporáneo, explora cómo el cuerpo, el movimiento y el sonido pueden transformar la forma y el fondo del arte de la danza.
Según la gestora y bailarina Sandra Acevedo, la propuesta busca ser «expresiva con los cuerpos, el movimiento, las imágenes y el sonido», alejándose de los códigos y criterios tradicionales. En lugar de contar una historia, la obra se centra en la evolución coreográfica y la interacción con el entorno, desafiando los esquemas artísticos establecidos.
Danza como Estrategia de Supervivencia
El subtítulo de la obra, «Estrategia de Supervivencia», sugiere que la innovación en la danza se convierte en una forma de resistencia y defensa de la diversidad artística. Acevedo explica que la danza contemporánea al aire libre «sigue removiendo cuerpos e interioridades de cada uno de nosotros y del público», involucrando a intérpretes y espectadores en un ejercicio de descubrimiento y transformación.
Interacción con el Entorno
Uno de los elementos clave de la obra es la interacción con el espacio abierto donde se presenta. Según los creadores, «estar atentos a lo que les dice el entorno material» es fundamental, ya que les permite «remover, construir y reconstruir una vida profunda y llena de posibilidades dentro y fuera de la danza».
La obra se presentará en diversos espacios públicos de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, como el Parque Cultural de Valparaíso, la Casa Estación de Quintero y el Centro Comunitario de Las Cañas. Cada lugar abierto es diferente, lo que garantiza que la danza se adapte y cuestione constantemente el espacio que ocupan los bailarines.
Integración de Elementos Escénicos
Otro aspecto destacado de Removernos a Cielo Abierto: Estrategia de Supervivencia es la integración de diversos elementos escénicos, como el movimiento corporal, las sonoridades, la música en vivo, el diseño de vestuario, iluminación y recursos digitales. Todos estos elementos son creados y controlados por los propios integrantes de la compañía, lo que les permite una mayor presencia sonora y visual en la obra.
La bailarina y gestora Sandra Acevedo concluye: «Disfruto poder provocar a otros cuerpos, cambiar perspectivas, movernos, redescubrirnos». Esta obra de danza contemporánea se convierte así en una estrategia de supervivencia artística, desafiando los límites y explorando nuevas formas de expresión y conexión con el público.