El Banco Central de Chile ha publicado su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al segundo semestre de 2025, donde alerta sobre los principales riesgos y vulnerabilidades que podrían afectar la estabilidad financiera local.
Según el documento, el principal riesgo continúa estando en el escenario externo y un posible deterioro abrupto de las condiciones financieras globales. El informe señala que las vulnerabilidades a nivel internacional han aumentado en comparación con el último IEF, con focos de riesgo geopolítico, comercial, fiscal e institucional que contrastan con un alza sostenida en los precios de activos financieros riesgosos.
A nivel local, la materialización de estos escenarios de riesgo externos podría desencadenar salidas de capitales, aumentos en las tasas de interés, correcciones abruptas en los precios de bonos soberanos y movimientos en el tipo de cambio que interactúen con las vulnerabilidades financieras de usuarios y oferentes de crédito en Chile.
Mecanismos de mitigación
Si bien el Banco Central reconoce que la economía chilena «no es inmune a los desafíos que presenta el escenario global», destaca que el país cuenta con mecanismos para mitigar los efectos de shocks adversos, los cuales han sido reforzados por la Ley de Resiliencia y la coordinación entre autoridades y reguladores.
Cautela fiscal recomendada
En cuanto a la deuda pública, el informe reitera la necesidad de mantener la cautela en las cuentas fiscales «para preservar adecuadas condiciones de financiamiento de hogares y empresas, así como la capacidad de la economía de mitigar el impacto de futuros shocks».
Sector inmobiliario aún débil
Respecto al sector inmobiliario, el IEF señala que su situación «continúa débil», si bien se observan algunas señales de impulso asociadas al programa de garantías y subsidio estatal, lo que se refleja en menores tasas de interés de los créditos comerciales para las empresas.
En conclusión, el Banco Central de Chile hace un llamado a mantener la cautela fiscal y a estar preparados para posibles shocks externos que podrían afectar la estabilidad financiera del país.
