En un movimiento estratégico, Estados Unidos está ampliando su búsqueda de tierras raras y otros minerales críticos más allá de China, centrándose ahora en países de Asia Central como Kazajistán y Uzbekistán. Esta iniciativa llega después de que China suspendiera temporalmente sus restricciones a la exportación de estos materiales.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió recientemente en Washington con sus homólogos de Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, calificando a la región como «increíble y extremadamente rica» en recursos naturales. Como resultado, Estados Unidos ha acordado una serie de acuerdos multimillonarios para asegurar el suministro de estos materiales estratégicos.
Kazajistán: La Mayor Reserva de Wolframio
En Kazajistán, la mayor economía de la región, Trump acordó con el presidente Kasim-Yomart Tokáyev la creación de una empresa conjunta entre Cove Capital (70%) y Tau-Ken Samruk (30%) para explotar el mayor yacimiento de wolframio no explotado del mundo, con reservas de 410.000 toneladas. Tokáyev califica a los metales de tierras raras como «el segundo petróleo» de su país, que también cuenta con importantes reservas de rubidio, cesio, litio y berilio.
Uzbekistán: Inversiones Multimillonarias
Por otro lado, Trump anunció un acuerdo con Uzbekistán para la extracción de tierras raras, con una inversión prevista de «cerca de 35.000 millones de dólares en los próximos tres años, una cifra que superará los 300.000 millones de dólares en la próxima década». Uzbekistán cuenta con yacimientos de más de 30 metales, incluyendo wolframio, molibdeno y litio.
Además de los proyectos mineros, los acuerdos firmados entre Washington y Taskent incluyen la compra de 22 aviones Boeing, piezas de automóviles, proyectos informáticos y vinculados a la industria química.
Diversificación Estratégica
Esta iniciativa de Estados Unidos llega después de que China suspendiera temporalmente sus restricciones a la exportación de tierras raras, componentes de baterías de litio y diamantes sintéticos industriales. Sin embargo, Washington prefirió asegurarse y buscar alternativas en Asia Central, una región que, según Trump, ha sido «desatendida por completo» por anteriores presidentes estadounidenses.
Con estas inversiones multimillonarias, Estados Unidos busca diversificar sus fuentes de materias primas estratégicas, reduciendo su dependencia de China y fortaleciendo sus lazos económicos con países clave de Asia Central.
