En un giro inesperado, el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, ha puesto condiciones para dejar la residencia de Royal Lodge, donde ha vivido prácticamente sin pagar alquiler durante años. Según informes del tabloide británico The Sun, Andrés ha solicitado que se le conceda Frogmore Cottage, la antigua casa del duque de Sussex, Harry, y también ha pedido la residencia de Adelaida Cottage para su ex esposa, Sarah Ferguson.
La polémica en torno al príncipe Andrés se ha intensificado en los últimos años debido a sus pasados vínculos con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual en su contra. Ahora, parece que está buscando una salida negociada de la lujosa Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones ubicada en Windsor.
Según una fuente cercana al príncipe Andrés, él «acepta marcharse de Royal Lodge, pero estas son sus (dos) peticiones». La fuente también explicó que Frogmore Cottage es «muy pequeña para los dos» y que Adelaida Cottage, la residencia actual de los príncipes de Gales, William y Kate, está cerca, lo que permitiría a Andrés y Ferguson verse cuando lo deseen.
Esta solicitud del príncipe Andrés se produce después de que hace diez días anunciara su intención de dejar de utilizar el título de duque de York, en un intento por poner fin a años de controversia. Sin embargo, las críticas en su contra se han centrado en la lujosa propiedad de Royal Lodge, donde ha vivido prácticamente sin pagar alquiler desde 2003.
Buscando una Salida Negociada
Parece que el príncipe Andrés está intentando negociar una salida de la polémica Royal Lodge a cambio de obtener otras propiedades para él y su ex esposa. Esta estrategia podría ser un intento por mejorar su imagen pública y evitar más escrutinio sobre su estilo de vida.
Desde una perspectiva económica, la solicitud de Andrés plantea interrogantes sobre el uso eficiente de los bienes de la Corona y la equidad en la asignación de residencias reales. Algunos podrían argumentar que los contribuyentes no deberían subsidiar el alojamiento de miembros de la familia real que se han visto envueltos en escándalos.
En conclusión, el príncipe Andrés parece estar buscando una salida negociada de la Royal Lodge a cambio de obtener otras propiedades. Esta maniobra podría ser un intento por mejorar su imagen pública y evitar más críticas sobre su estilo de vida. Sin embargo, la solicitud plantea cuestiones sobre el uso de los bienes de la Corona y la equidad en la asignación de residencias reales.
