Cuando la trabajadora del hogar de María Luisa Godoy le confesó entre lágrimas que su padre de 86 años le había pedido que se metiera a la cama con él, la animadora se enfrentó a una situación poco convencional. Lejos de juzgar, Godoy rápidamente comprendió las necesidades biológicas de su progenitor y decidió buscar una solución respetuosa.
Según relató en su podcast «Mari con Edu», Godoy conversó con su padre para explicarle que entendía sus necesidades, pero que había «códigos» y que podía pagar por ello de manera discreta. Semanas después, cuando su padre volvió a tocar el tema, la animadora decidió tomar cartas en el asunto.
Fue entonces cuando Godoy recurrió a la recomendación de su colega Leo Caprile, quien le presentó a Antonia, una especialista en acompañamiento de adultos mayores. La animadora coordinó todo con la profesional: dejó el cheque en la entrada y no estuvo presente durante la visita, respetando la privacidad de la situación.
Al día siguiente, Godoy se sorprendió con el comentario de su padre sobre la experiencia: «Llegué a una conclusión: si no hay amor, no funciona», relató entre risas. La trabajadora se llevó el cheque y la situación se resolvió sin mayores inconvenientes, dejando a la animadora tranquila y satisfecha con la decisión.
Finalmente, María Luisa Godoy cerró su relato reafirmando el amor incondicional que siente por su padre. «Mi amor por mi padre, incondicional siempre», dijo entre risas, mostrando que, pese a lo insólito del episodio, su prioridad siempre fue el bienestar y la dignidad de su progenitor.
