En un sorprendente giro de los acontecimientos, la marraqueta chilena ha sido elegida como uno de los mejores panes del mundo, ocupando el puesto número 17 en el ranking internacional elaborado por la prestigiosa revista gastronómica Taste Atlas. Este logro pone de manifiesto la creciente apreciación global por las delicias culinarias de Chile.
La marraqueta, también conocida como pan batido o pan francés, es el pan más popular y emblemático de la gastronomía chilena. Su elaboración tradicional, con harina, agua, sal y levadura, le confiere una corteza crujiente y una miga suave y esponjosa que la han convertido en un ícono de la cultura alimentaria del país.
Orígenes Europeos de la Marraqueta
Según los expertos, el origen de la marraqueta se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando un gran número de europeos emigraron a Chile y Bolivia. «Era un tipo de pan batido muy común en la zona central de Europa, que llegó a Chile gracias a una familia francesa, los hermanos Marraquet», explica Raúl La Torre, historiador y coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes.
De hecho, el propio nombre «marraqueta» proviene del apellido de esta familia francesa, que dio origen al término utilizado en nuestro país. «Sin embargo, también se conoce como pan francés, justamente por su vínculo con la panadería francesa», agrega el experto.
Reconocimiento Internacional
En el ranking de Taste Atlas, la marraqueta chilena se posicionó por encima de otros panes tradicionales de Latinoamérica, como el Pan de Bobo de Colombia y el Pan de Queso de Brasil. Este reconocimiento internacional es un motivo de orgullo y celebración para los amantes de la gastronomía chilena, quienes ven en este logro una oportunidad para dar a conocer aún más las riquezas culinarias de nuestro país.
La corteza de la marraqueta, tan apreciada por los chilenos que incluso la consumen por sí sola, ha sido clave en su destacada posición en el ranking. «La corteza es tan apreciada que algunas personas incluso le sacan la miga antes de consumirla», destaca Taste Atlas en su reseña.
Conclusión: Un Legado Culinario que Trasciende Fronteras
La elección de la marraqueta chilena como uno de los mejores panes del mundo es un hito significativo que demuestra cómo las tradiciones culinarias de Chile han logrado trascender fronteras y conquistar los paladares más exigentes a nivel global. Este reconocimiento es un testimonio del valor y la calidad de los productos gastronómicos chilenos, y sin duda impulsará aún más la difusión y el aprecio por la riqueza de nuestra cocina nacional.
