La Segunda División Profesional, la tercera categoría del fútbol chileno, se encuentra en una profunda crisis. Trece de los clubes de esta división han salido a denunciar públicamente los graves problemas que aquejan a su campeonato, apuntando directamente al Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) y al sistema de competición impuesto por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
El detonante de esta reacción fue la dura sanción que sufrió el club San Antonio Unido, al que se le restaron 30 puntos por incumplimientos financieros, condenándolo al descenso al fútbol amateur. Según los clubes, este caso no es más que la punta del iceberg de una problemática mucho más profunda.
Un Modelo Insostenible
En un comunicado conjunto, los 13 equipos de la Segunda División Profesional denunciaron que «el ‘modelo SIFUP’, basado en la libertad total de edad y sin considerar la realidad económica de la categoría, nos empujaba hacia un escenario insostenible».
Según explican, este sistema ha generado una «presión financiera imposible de sostener» para los clubes, quienes aseguran que «en lugar de fortalecer al fútbol profesional, lo ha debilitado, empujando a varios clubes al borde de la quiebra».
Los equipos critican que el campeonato los ha obligado a jugar apenas 24 partidos en 35 semanas, con «pausas inexplicables que atentaron contra el ritmo, la motivación y la asistencia del público». Esto, sumado a los altos salarios que deben pagar, ha puesto en jaque la viabilidad de la categoría.
Diálogo Inexistente
Pero la molestia de los clubes no se detiene ahí. Denuncian que el SIFUP «se ha negado sistemáticamente a dialogar» y que el supuesto «acuerdo» alcanzado el verano pasado en la Dirección del Trabajo «fue impuesto bajo la amenaza de paralizar los campeonatos».
Según los equipos, «no hubo diálogo real, ni análisis técnico, ni visión de sostenibilidad» en la implementación de este modelo que ahora los tiene al borde del colapso.
Un Futuro Incierto
La crisis de la Segunda División Profesional pone en jaque la estructura del fútbol chileno. Si los clubes no logran que sus demandas sean escuchadas y se implementen cambios sustanciales, la viabilidad de esta categoría, y quizás del sistema en su conjunto, podría verse seriamente comprometida.
¿Podrá el SIFUP y la ANFP dar una respuesta satisfactoria a los equipos de la Segunda División? El futuro del fútbol profesional chileno parece depender de ello.
