Los empresarios del sector forestal en Chile se enfrentan a una tormenta perfecta de desafíos. Además de lidiar con robos, incendios y violencia rural, ahora deben hacer frente a los nuevos aranceles impuestos por la Administración Trump a las importaciones de madera y muebles.
Según Rodrigo O’Ryan, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), estos aranceles «sin duda generan incertidumbre sobre el futuro de las exportaciones» chilenas hacia Estados Unidos, el principal destino de sus envíos. «Esto llega en un muy mal momento para el sector forestal, afectado (a nivel local) por el robo de madera, incendios, violencia rural y alza de costos laborales y energéticos. La situación es complicada», sostuvo O’Ryan.
Impacto de los Aranceles en las Pymes Forestales
Los nuevos aranceles, que entran en vigor este martes, contemplan un 10% sobre todas las importaciones de madera aserrada y madera blanda, y un 25% sobre ciertos muebles de madera tapizados, gabinetes de cocina y tocadores importados, incluyendo piezas clave para su fabricación.
Aunque Chile no está entre los países a los que EEUU impuso las mayores tasas, O’Ryan teme que el sector pierda competitividad frente a otros orígenes con menores gravámenes. «Aún es difícil saber cómo y cuándo podríamos dimensionar el impacto real de esto, dada la complejidad de las cadenas logísticas y de la economía global», agregó.
Llamado a Impulsar la Demanda Interna
Ante este escenario, el presidente de Corma emplazó a las autoridades y a la diplomacia chilena a «tomar medidas internas que impulsen la demanda local, para compensar la muy probable caída externa, apoyando a las Pymes y fortaleciendo la construcción en madera, que genera empleo y además contribuye a los compromisos ambientales de Chile».
Los empresarios forestales esperan que el Gobierno y las instituciones pertinentes actúen rápidamente para mitigar los efectos de esta nueva amenaza a la competitividad del sector, que ya enfrenta serios problemas de seguridad y alza de costos.
