La reciente edición del festival Creamfields, celebrada el pasado fin de semana en el Club Hípico de Santiago, ha generado una ola de quejas por parte de los vecinos de la zona debido a los molestos ruidos que se percibieron a kilómetros de distancia.
Con un cartel estelar que incluyó a artistas como Armin van Buuren, David Guetta, Deadmau5 y Timmy Trumpet, el evento reunió a más de 35.000 personas en cada una de sus dos jornadas, que se extendieron desde las 13:00 hasta las 23:30 horas. Según registros de usuarios en redes sociales y la aplicación Sosafe, los beats y retumbos de Creamfields se escucharon incluso a 5,3 kilómetros de distancia, en la Plaza Baquedano.
Quejas por la prueba de sonido y los fuegos artificiales
Las principales denuncias de los residentes se centraron en la prueba de sonido realizada el viernes previo al evento, así como en los fuegos artificiales que cerraron la jornada dominical y el festival en sí.
Desde el municipio de Santiago, el jefe operativo de la Dirección de Prevención y Seguridad Comunitaria, Andrés Córdova, señaló que se había desplegado un plan de seguridad en coordinación con Carabineros y los organizadores, con el objetivo de «evitar estacionamientos ilegales y comercio informal».
Compromiso de la organización con la comunidad
Por su parte, la productora Street Machine, responsable de Creamfields Chile, emitió una declaración en la que afirmó que el evento «se desarrolló bajo un plan de mitigación y trabajo colaborativo con la comunidad vecina, reafirmando el compromiso de la productora con el entorno y la normativa vigente».
Entre las medidas aplicadas, destacaron la iluminación nocturna, la ausencia de pruebas de sonido fuera de horario y un plan de limpieza extendido que abarcó el interior y las calles aledañas del Club Hípico. La organización reafirmó su compromiso con el respeto a la comunidad y el cuidado del entorno, cumpliendo siempre con la normativa vigente y promoviendo medidas de mejora continua.
¿Cómo impactará esto en futuros eventos?
Con la celebración del próximo Lollapalooza en la misma zona, los vecinos se preguntan cómo será la experiencia en comparación con Creamfields. La municipalidad y los organizadores deberán trabajar aún más de cerca para encontrar soluciones que permitan a los residentes disfrutar de la tranquilidad, mientras los asistentes al festival se divierten sin causar molestias.
