En un giro dramático, un comerciante de Chillán se ha visto obligado a cerrar su ferretería después de sufrir cuatro robos en tan solo un año. Andrés Abarca, propietario de la ferretería Tool Store, relata cómo la ola de delincuencia que azota a su negocio lo ha llevado a tomar esta difícil decisión.
El último robo, ocurrido hace poco más de una semana, fue el detonante final. Alrededor de ocho delincuentes ingresaron al local, ubicado en pleno centro de Chillán, y en cuestión de minutos lograron sustraer diversas herramientas y maquinaria avaluadas en casi 12 millones de pesos. «Si sigo acá, o me van a matar, van a tomar represalias, o me van a robar de nuevo», expresó Abarca con frustración.
Una lucha constante contra la delincuencia
Esta no fue la primera vez que la ferretería de Abarca fue víctima de la delincuencia. En el último año, su negocio sufrió cuatro robos en los que perdió millones de pesos en mercancía. Ninguna de las medidas de seguridad que tenía implementadas en el local sirvieron para frenar a los ladrones.
Según Abarca, solo lograron recuperar alrededor del 40% de lo robado en el último incidente. El paradero del resto de las máquinas y herramientas sigue siendo un misterio, y el comerciante se cuestiona por qué aún no hay detenidos por estos hechos.
La dura decisión de cerrar el negocio
Agotado de luchar contra la delincuencia y temeroso por su seguridad, Abarca tomó la difícil decisión de cerrar definitivamente su ferretería. «Si sigo acá me van a matar», sentenció el propietario, quien ahora se enfrenta a la pérdida de su sustento y el esfuerzo de toda una vida.
Este caso refleja la creciente problemática de inseguridad que enfrentan los comerciantes en Chile, especialmente en ciudades como Chillán. Expertos en seguridad coinciden en que se requieren soluciones integrales que aborden tanto la prevención como la persecución efectiva de estos delitos.
Mientras tanto, Andrés Abarca se prepara para cerrar definitivamente las puertas de su ferretería, dejando atrás una historia de lucha, pérdidas y, finalmente, la derrota ante la ola de delincuencia que lo obligó a tomar esta dolorosa decisión.