La tradicional inauguración de las Fiestas Patrias en Chile se ha convertido en un campo de batalla político entre el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), y el presidente de la República, Gabriel Boric (FA). Mientras que Desbordes critica a Boric por no iniciar las celebraciones en la capital, como lo hizo su antecesora Irací Hassler (PC), el mandatario optó por hacerlo en La Pampilla de Coquimbo, junto al alcalde de esa ciudad, Alí Manuel Manouchehri.
Para Desbordes, esta decisión de Boric es «un acto inédito en la historia» y asegura que «históricamente, en dictadura y en democracia, las fondas se inauguraron en el Parque O’Higgins» de Santiago. El alcalde de la capital afirma que durante la administración de Hassler, Boric «no dudó» en iniciar las celebraciones en Santiago.
Sin embargo, la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, señala que «Chile es un país diverso» y que «obviamente Santiago no es solamente Chile». Vallejo recalca que «independientemente de las diferencias, tenemos que recordar que Chile se hace grande cuando logramos unirnos».
Esta disputa entre Desbordes y Boric refleja las tensiones políticas que persisten en Chile, incluso en momentos de celebración nacional. Mientras que el alcalde de Santiago busca mantener la tradición de inaugurar las Fiestas Patrias en la capital, el presidente Boric parece querer descentralizar y dar mayor protagonismo a otras regiones del país.
En definitiva, la polémica en torno al inicio de las celebraciones patrias pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre la unidad nacional y el reconocimiento de la diversidad de Chile. ¿Logrará Boric y Desbordes dejar a un lado sus diferencias y trabajar juntos por el bien del país?
