En un movimiento que ha generado gran controversia, el gobierno de Estados Unidos está trabajando en la creación de una «Fuerza de Reacción Militar Inmediata» (FRMI) para hacer frente a posibles estallidos sociales y disturbios civiles en el país. Según documentos revelados por el diario The Washington Post, esta unidad estaría compuesta por alrededor de 600 soldados en «alerta permanente», listos para ser desplegados en una hora a cualquier zona del territorio estadounidense donde se registren protestas o disturbios.
La FRMI se dividiría en dos grupos de igual tamaño, uno ubicado en una base militar en Alabama y otro en Arizona, con el objetivo de poder responder rápidamente a cualquier situación de crisis. Sin embargo, este plan podría tener un costo elevado, ya que requeriría de aeronaves y tripulaciones militares disponibles las 24 horas, lo que podría suponer cientos de millones de dólares en gastos.
Ampliación de las facultades de las Fuerzas Armadas
Cabe destacar que, si bien ya existe un grupo especializado con capacidad de respuesta rápida, la nueva propuesta plantea una posible ampliación de las facultades de las Fuerzas Armadas, permitiendo el despliegue de soldados de un estado a otro cuando el gobierno lo considere necesario. Esto representa un cambio significativo en la forma en que se abordan los disturbios civiles en Estados Unidos.
Según los documentos, el plan para la creación de la FRMI está en una etapa «preliminar», con el objetivo de ser financiado y puesto en marcha antes del año fiscal 2027. Sin embargo, existe la posibilidad de que se concrete antes a través de una fuente de financiación alternativa.
Antecedentes de despliegues militares en protestas
Esta no es la primera vez que el presidente Donald Trump ha recurrido al uso de las Fuerzas Armadas para hacer frente a protestas y disturbios civiles. En 2020, desplegó a unos 4.000 efectivos de la Guardia Nacional en respuesta a las manifestaciones contra la violencia policial y el racismo tras la muerte de George Floyd. Un año más tarde, en enero de 2021, envió a unos 340 soldados para responder al asalto al Capitolio. Y en junio de este año, desplegó a alrededor de 5.000 efectivos en Los Ángeles para contrarrestar las protestas y manifestaciones contra las redadas migratorias.
Implicaciones éticas y legales
La creación de la FRMI ha generado preocupación entre expertos y defensores de los derechos civiles, quienes temen que esta unidad pueda ser utilizada para reprimir legítimas expresiones de descontento social. Algunos cuestionan si el uso de la fuerza militar para hacer frente a disturbios civiles es una medida apropiada y respetuosa con las libertades fundamentales.
Además, existe la inquietud de que esta iniciativa pueda ser utilizada de manera abusiva, con el riesgo de que se vulneren los derechos de los ciudadanos y se criminalice el ejercicio del derecho a la protesta. Es crucial que cualquier acción de las Fuerzas Armadas en este contexto se ajuste estrictamente a los principios de proporcionalidad y respeto a los derechos humanos.
A medida que el plan de la FRMI avanza, será fundamental que el gobierno de Estados Unidos aborde estas preocupaciones de manera transparente y garantice que esta unidad no se convierta en una herramienta de represión, sino en un mecanismo de protección de la seguridad pública que respete plenamente los derechos y libertades de los ciudadanos.