El Gobierno ha rechazado enérgicamente la conducta de un profesor que gritó a estudiantes que, aparentemente, habrían defendido la figura del dictador Augusto Pinochet. El incidente ocurrió en el Liceo de Limache, en la región de Valparaíso, y se difundió ampliamente a través de las redes sociales.
En declaraciones a la prensa, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, afirmó que «no existe ninguna circunstancia en la que un docente deba tratar de esta manera a un estudiante». Según Cataldo, incluso ante la posibilidad de que un alumno cometa un error, «la forma que corresponde -desde el punto de vista pedagógico, educativo- son otras».
Medidas disciplinarias y sumarios
El ministro detalló que, como primera medida, se instruyó apartar al profesor de sus funciones docentes, a modo de precaución. Además, se iniciaron los correspondientes sumarios por parte de la entidad empleadora, que es la Municipalidad de Limache.
Cataldo reconoció que la historia reciente de Chile aún genera divisiones, pero enfatizó que «esa no es causal para que el profesional de la educación trate de esa forma a un estudiante». El titular de Educación señaló que, independientemente de la materia, el rol del docente es fundamental en el proceso formativo y educativo de los estudiantes.
Importancia del diálogo y la pedagogía
Según el ministro, «los procesos de enseñanza tienen estas complejidades» y, en este caso, «podría haber sido cualquier otra materia». Lo relevante, afirmó Cataldo, es «cómo nos relacionamos entre nosotros y cuál es el rol que le corresponde al adulto formador, en este caso a un profesor, respecto al proceso formativo y educativo de un estudiante».
El Gobierno ha dejado claro que, independientemente de las posturas ideológicas o históricas, los docentes deben mantener un trato respetuoso y pedagógico con sus alumnos, fomentando el diálogo y la comprensión, incluso en temas tan sensibles como la dictadura de Pinochet.
Esta situación evidencia la importancia de que los profesionales de la educación cuenten con las herramientas y la formación adecuada para abordar temas controversiales de manera constructiva, priorizando el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes.