A pocos días de que entre en vigor el nuevo arancel del 50% sobre las importaciones de cobre impuesto por el presidente Trump, los futuros del metal rojo han alcanzado nuevos máximos históricos. En un contexto de creciente tensión comercial, esta medida tendrá importantes repercusiones tanto para Estados Unidos como para sus principales socios exportadores, como Chile.
El cobre es un recurso estratégico y esencial para una amplia gama de industrias clave, desde semiconductores y electrónica hasta infraestructura y defensa. Según el propio Trump, el metal es «necesario para los semiconductores, aviones, barcos, municiones, centros de datos, baterías de ión-litio, sistemas de radares, misiles de defensa, e incluso armas hipersónicas».
Implicaciones para Estados Unidos
Desde la perspectiva estadounidense, el arancel busca proteger a los productores nacionales de cobre, que se han visto amenazados por las importaciones a bajo costo. Sin embargo, esta medida también tendrá un impacto negativo en diversos sectores que dependen del cobre como insumo fundamental. Según estimaciones de JPMorgan, alrededor del 70% de las importaciones de cobre en EEUU provienen de Chile, lo que sugiere que el arancel afectará significativamente a la cadena de suministro y los costos de producción de numerosas industrias.
Además, el acuerdo comercial alcanzado recientemente entre EEUU, Japón, Indonesia y Filipinas podría mitigar en cierta medida el impacto del arancel. Trump celebró que su país podrá acceder a «minerales críticos» de Indonesia, mientras que Japón se comprometió a invertir $550 mil millones en la economía estadounidense.
Impacto en Chile y la Economía Global
Para Chile, principal exportador de cobre a Estados Unidos, el arancel representa un desafío importante. Sin embargo, según JPMorgan, se prevén «mínimas repercusiones en la inflación y en la actividad económica general» del país, ya que el peso chileno podría depreciarse hasta un 2,5% como máximo.
A nivel global, el alza de los precios del cobre tendrá implicaciones en diversos sectores, desde la electrónica y la construcción hasta la industria de defensa. Esto podría generar presiones inflacionarias y afectar la competitividad de las empresas que dependen del metal rojo como insumo clave.
Conclusión: Adaptación y Oportunidades
El arancel de Trump sobre el cobre es una medida que refleja la creciente importancia estratégica de este metal y la intensificación de las tensiones comerciales a nivel internacional. Tanto Estados Unidos como sus socios comerciales deberán adaptarse a este nuevo escenario, buscando formas de mitigar el impacto y aprovechar las oportunidades que puedan surgir.
En un mundo cada vez más interconectado, la gestión efectiva de los recursos críticos como el cobre será fundamental para mantener la competitividad y el crecimiento económico a largo plazo.