En un movimiento que sacude el panorama económico estadounidense, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha instado a la Reserva Federal (Fed) a realizar una revisión «exhaustiva» de sus operaciones. Bessent afirma que la Fed debe «evaluar de manera integral sus funciones no monetarias», las cuales, según él, «han crecido más allá de su mandato original».
Las declaraciones de Bessent llegan en medio de las constantes críticas del Gobierno de Donald Trump a la Fed y su aparente interés por reemplazar al presidente del organismo, Jerome Powell, debido a su negativa a recortar los tipos de interés.
¿Deriva institucional de la Fed?
Según Bessent, existe una «deriva institucional» que estaría llevando al banco central a desempeñar roles que, a su juicio, podrían socavar su credibilidad y autonomía en la gestión de la política monetaria. «La conducción de la política monetaria por parte de la Fed es una joya que debe ser protegida. Su independencia ha sido clave para la estabilidad y el crecimiento económico de Estados Unidos», subrayó el secretario del Tesoro.
Esta postura del Gobierno de Trump se enmarca en un contexto de crecientes tensiones entre la Casa Blanca y la Fed. El presidente ha sido transparente al expresar su descontento con la gestión de Powell y sus políticas, llegando incluso a insinuar que podría destituirlo utilizando como justificación un supuesto sobrecosto en las labores de renovación de la sede de la Fed.
La defensa de la independencia de la Fed
Sin embargo, Powell ha defendido que las obras de renovación en la sede del organismo se ajustan a lo aprobado y no incluyen los lujos por los que ha sido cuestionado por legisladores republicanos. Además, la Junta de Gobernadores de la Fed ha argumentado que la inflación en Estados Unidos sigue siendo persistente y aún no se estabiliza en torno a la meta del 2%, por lo que considera que cualquier rebaja de tasas deberá esperar hasta más adelante en el año.
En este contexto de tensión, el Gobierno de Trump parece estar presionando a la Fed para que revise exhaustivamente su desempeño y su creciente alcance más allá de su mandato original. La independencia del banco central y su capacidad para conducir la política monetaria sin injerencias políticas serán, sin duda, un tema clave a seguir en los próximos meses.