En un emotivo episodio de «La Divina Comida», la cantante Kathy Orellana abre su corazón y comparte su desgarradora batalla contra el alcoholismo, y cómo este trastorno afectó profundamente su vida y la de su hijo Facundo.
Kathy confiesa que llegó a un punto en el que «se murió» y fue su hijo quien le dio la oportunidad de volver a vivir. Durante dos años, Kathy estuvo alejada de Facundo debido a una medida cautelar interpuesta por su propia madre, quien buscaba proteger al niño de la adicción de su hija.
«Facundo me veía todos los días borracha, no lo llevaba al colegio, mil y mil problemas por la adicción al alcohol«, relata Kathy con profundo arrepentimiento. Sin embargo, a pesar de la dura situación, su hijo logró entender que su madre padecía una enfermedad y no actuaba por mera voluntad.
El Camino hacia la Recuperación
Tras un proceso de rehabilitación, Kathy ha logrado superar sus adicciones y reconstruir su vínculo con Facundo. «Mi hijo me enseñó a respetarme, porque yo perdí la dignidad, la perdí mal«, confiesa la cantante, emocionada.
Ahora, Kathy quiere ser un ejemplo de superación y envía un mensaje de esperanza a quienes también enfrentan problemas de adicción: «Si alguna mujer me escucha o alguien está pasando por un problema, créanme que no es el final«. Sus lágrimas, dice, son de «empoderamiento» y no de pena.
Una Lección de Resiliencia y Amor Maternal
La historia de Kathy Orellana es una poderosa lección sobre la capacidad de las personas para transformar sus vidas, incluso en los momentos más oscuros. Su valentía al compartir su lucha y su profundo amor por su hijo son una inspiración para aquellos que enfrentan desafíos similares.
A través de su sinceridad y determinación, Kathy demuestra que es posible superar las adicciones y reconstruir los vínculos familiares, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y de la fuerza del amor maternal.
