En medio de uno de los inviernos más fríos en años, la necesidad de mantener nuestros hogares abrigados se vuelve ineludible. Sin embargo, muchos se enfrentan al dilema de cómo calefaccionar sin que la cuenta de la luz se dispare.
Lo que mucha gente desconoce es que no todos los calefactores eléctricos consumen en exceso. La clave está en elegir tecnologías eficientes e inteligentes que regulen el consumo de energía de forma precisa.
Convectores Eléctricos Inverter: La Solución Eficiente
Aunque tradicionalmente se ha pensado que calentar con electricidad es sinónimo de gasto, los avances tecnológicos han cambiado este paradigma. Hoy en día existen alternativas como los convectores eléctricos con tecnología inverter que permiten calefaccionar de manera eficiente y controlar el consumo con precisión.
Según Manuel Eyzaguirre, Gerente General de Kaltemp, empresa chilena experta en climatización, «los convectores inverter pueden ahorrar hasta un 30% en comparación con modelos tradicionales, porque regulan su funcionamiento según la temperatura ambiente y no trabajan a máxima potencia todo el tiempo».
Ventajas de los Convectores Inverter
- Calientan el aire de manera gradual y constante, sin generar ruidos, olores ni aire forzado.
- Permiten mantener la temperatura de forma estable sin sobrecalentar el ambiente ni generar picos de consumo.
- Son livianos, portátiles o colgables, y se pueden controlar desde el celular vía WiFi.
- Son estéticamente discretos y silenciosos, ideales para departamentos u oficinas.
El Control en Manos del Usuario
Uno de los grandes beneficios de los convectores inverter es que el usuario tiene el control total. Puedes programar horarios, temperaturas distintas para cada espacio y encenderlos remotamente. Esto permite calefaccionar solo cuando y donde se necesita, lo que se traduce directamente en ahorro.
En palabras de Eyzaguirre, «hoy ya no se trata sólo de calefaccionar, sino de hacerlo de forma eficiente. La tecnología existe, está disponible en Chile, y es perfectamente adaptable tanto a hogares como a oficinas. La decisión está en nuestras manos».
