El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio de 2025 sorprendió a los analistas al anotar una variación mensual de -0,4%, acumulando un 1,9% en lo que va del año y un 4,1% a doce meses. Esta caída en los precios al consumidor no se veía desde diciembre de 2024, y se debe principalmente a la disminución de precios en productos clave de la canasta básica.
Según el reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), seis de las 13 divisiones que conforman el IPC presentaron incidencias negativas, destacando la baja en alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,9%) y vestuario y calzado (-6,4%). Dentro de estos rubros, productos como tomates (-14,7%), carne de vacuno (-2,2%) y limones (-27,3%) fueron los principales impulsores de la deflación.
Precios al Alza en Algunos Sectores
Si bien la mayoría de las divisiones registraron bajas, hubo algunas excepciones. El pan mostró un alza mensual de 2,4%, mientras que el transporte en bus interurbano subió 13,2%. Estas alzas, sin embargo, no lograron contrarrestar la caída generalizada de precios.
Implicaciones y Perspectivas
Desde una perspectiva económica, esta deflación transitoria podría beneficiar a los consumidores al aumentar su poder adquisitivo. No obstante, los expertos advierten que una caída sostenida de los precios también puede tener efectos negativos, como desalentar el consumo y la inversión. Por lo tanto, será clave monitorear si esta tendencia se mantiene en los próximos meses.
Para los analistas, el registro de junio era esperado, pero la magnitud de la caída superó sus proyecciones, que apuntaban a una disminución entre 0,1% y 0,3%. Esta sorpresa en el IPC podría llevar a los responsables de política económica a replantearse sus estrategias de estímulo y control de la inflación.
