Lisandra Silva, una conocida modelo e influencer, ha compartido un impactante testimonio sobre su experiencia con los muñecos Labubu, unos populares juguetes que han generado teorías y especulaciones debido a su supuesta conexión con Pazuzu, un demonio de la mitología mesopotámica.
Según relata Silva, al adquirir y colocar estos muñecos en su hogar, comenzó a experimentar una serie de problemas físicos y emocionales, incluyendo dolores de cabeza, migrañas intensas, pesadez en el cerebro y perturbadoras pesadillas. Tras recibir un mensaje sobre la posible relación entre los Labubu y el demonio Pazuzu, la modelo decidió deshacerse rápidamente de los muñecos, lo que le permitió dormir profundamente por primera vez en mucho tiempo.
¿Coincidencia o Algo Más?
Si bien el testimonio de Lisandra Silva ha generado reacciones divididas en las redes sociales, con algunos usuarios creyendo en la posible conexión sobrenatural y otros considerándolo una simple coincidencia, lo cierto es que su experiencia ha puesto en el centro de atención los potenciales riesgos asociados a estos populares juguetes.
¿Qué Dicen los Expertos?
Desde una perspectiva psicológica, algunos especialistas sugieren que la fuerte reacción emocional y física de Lisandra podría deberse a un fenómeno conocido como sugestión. Cuando una persona cree firmemente en una idea, como la supuesta maldición de los Labubu, puede experimentar síntomas psicosomáticos que se manifiestan de manera muy real.
Sin embargo, otros expertos en fenómenos paranormales y mitología no descartan la posibilidad de que exista una conexión más profunda entre estos muñecos y fuerzas sobrenaturales, como la leyenda de Pazuzu. Aunque no hay pruebas concluyentes, la experiencia de Lisandra Silva ha reavivado el debate sobre los posibles peligros ocultos de estos populares juguetes.
¿Qué Hacer si Tienes Muñecos Labubu?
Ante esta situación, Lisandra Silva se ha planteado varias opciones, desde regalar los muñecos hasta enterrarlos o quemarlos. Mientras algunos usuarios sugieren que se trata de una reacción exagerada, otros han respaldado su decisión, advirtiendo que lo mejor es deshacerse de estos juguetes si se experimentan síntomas similares.
En cualquier caso, la experiencia de Lisandra Silva sirve como un llamado a la cautela y la investigación más profunda sobre los posibles riesgos asociados a los muñecos Labubu. Si bien no hay evidencia científica concluyente, su testimonio invita a reflexionar sobre los potenciales peligros que pueden esconderse detrás de los objetos más inofensivos.