
La reciente cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, se vio sacudida por una sorpresiva decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien abandonó repentinamente el evento, desafiando las expectativas de sus homólogos internacionales.
Según el mandatario estadounidense, su salida no tuvo nada que ver con un supuesto «acuerdo de alto al fuego» entre Israel e Irán, como había afirmado el presidente francés, Emmanuel Macron. Trump calificó estas declaraciones como «erróneas» y «en busca de publicidad», asegurando que el motivo de su partida era «mucho más importante» que eso.
La Versión de Trump
En una serie de contundentes tuits publicados en su plataforma Truth Social, Trump arremetió contra Macron, señalando que «siempre se equivoca» y que «no tiene ni idea» de por qué abandonó la cumbre. Además, negó categóricamente haber contactado a Irán para entablar conversaciones de paz, calificando estas informaciones como «noticias falsas y muy inventadas».
La Versión de Macron
Por su parte, Macron había declarado horas antes en una rueda de prensa que Estados Unidos había hecho una oferta de «alto al fuego» a Irán e Israel, y que esto podría ser «algo muy bueno» si se lograba. Sin embargo, Trump rechazó rotundamente esta versión, afirmando que si Irán «hubiera aceptado el acuerdo que estaba sobre la mesa, habría salvado muchas vidas».
Impacto en la Cumbre
La abrupta salida de Trump tomó por sorpresa a varios de los líderes presentes, quienes tenían programados encuentros bilaterales con el presidente estadounidense, como el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, el presidente de Brasil, Lula da Silva, y la jefa de gobierno de México, Claudia Sheinbaum.
Esta inesperada decisión de Trump ha generado un ambiente de incertidumbre y tensión en torno a la cumbre del G7, poniendo en evidencia las profundas diferencias y la falta de coordinación entre los principales líderes mundiales.