La ‘Cúpula Dorada’ es el nombre del ambicioso plan de defensa antimisiles que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció recientemente. Este sistema, que promete ser «el mejor jamás construido», busca proteger a todo Estados Unidos de amenazas aéreas, terrestres y marítimas, incluyendo misiles balísticos, de crucero e hipersónicos, ya sean convencionales o nucleares.
A diferencia del Iron Dome (Cúpula de Hierro) de Israel, que cubre un territorio de más de 20.000 km², la Cúpula Dorada pretende cubrir todo el territorio estadounidense, lo que representa millones de kilómetros cuadrados. Para lograrlo, el plan contempla el uso de miles de satélites para detectar y rastrear los misiles enemigos, así como interceptores en órbita que puedan destruirlos en el lanzamiento.
Costos y Cronograma Cuestionados
Si bien Trump afirma que el costo total del proyecto será de aproximadamente $175,000 millones, expertos han calificado esta estimación como demasiado optimista. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha calculado que el gobierno podría tener que gastar hasta $542,000 millones en 20 años solo para la parte espacial del sistema.
Además, el cronograma planteado por Trump, que busca tener la Cúpula Dorada lista para el final de su mandato en 2029, ha sido considerado poco realista por analistas. «No es realista pensar que esté listo en la fecha límite señalada por Trump»
, advirtió Shashank Joshi, editor de defensa de The Economist.
Desafíos Técnicos y Geopolíticos
Más allá de los desafíos presupuestarios, la Cúpula Dorada también enfrenta importantes retos técnicos. A diferencia del Iron Dome israelí, que opera en un territorio más reducido, el sistema estadounidense tendría que cubrir una superficie mucho más extensa, lo que aumenta significativamente la complejidad.
Además, el plan ha generado inquietud a nivel internacional, con China advirtiendo que podría poner en riesgo el «equilibrio estratégico y la estabilidad global». Esto plantea desafíos geopolíticos adicionales que el gobierno de Trump deberá abordar.
¿Una Nueva ‘Guerra de las Galaxias’?
El proyecto de la Cúpula Dorada evoca los antiguos planes de defensa espacial de Estados Unidos, como la Iniciativa de Defensa Estratégica (conocida como «Star Wars») impulsada por el presidente Ronald Reagan en la década de 1980. Aunque la tecnología ha avanzado significativamente desde entonces, los expertos advierten que el nuevo plan de Trump podría enfrentar desafíos similares en términos de viabilidad técnica y presupuestaria.
A pesar de las dudas y cuestionamientos, el gobierno de Trump se ha comprometido a llevar adelante este ambicioso proyecto de defensa antimisiles, que promete ser una de las prioridades de su administración en los próximos años.