El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, contradijo al Frente Amplio en medio de las críticas a la Fiscalía por el «pinchazo» que permitió intervenir una llamada del presidente Gabriel Boric con la siquiatra y exesposa de Alberto Larraín, Josefina Huneeus, en el marco del denominado caso Procultura.
La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, planteó sus reparos al trabajo del Ministerio Público, acusando un supuesto «espionaje» debido a que la PDI tenía «pinchado» el teléfono de Josefina Huneeus. Sin embargo, Gajardo sostuvo que para el Gobierno es «serio» que los partidos políticos cuestionen al Ministerio Público, afirmando que «la justicia tiene que funcionar sin presiones».
Defensa de la Independencia Judicial
El ministro de Justicia enfatizó la importancia de respetar la independencia de las instituciones judiciales, señalando que «nosotros lo que hemos planteado es que en dos ocasiones el fiscal Cooper solicita al Tribunal de Garantía pinchar el teléfono del Presidente, y una vez que esto es rechazado por un Tribunal de la República, de todas formas, se conoce una conversación privada del Presidente producto de una filtración en la prensa».
Gajardo recalcó que «para nosotros es algo serio que se cuestione al Ministerio Público o que se cuestione a los Tribunales de Justicia, es algo que no corresponde». Agregó que «la institucionalidad que nosotros tenemos tiene mecanismos de contrapeso» y que «señalar que hay espionaje es bastante grave».
Colaboración con la Investigación
El ministro también destacó que el Gobierno está disponible para colaborar con la investigación, afirmando que «el Presidente ha señalado que las instituciones funcionen y que el gobierno está disponible para colaborar en esta investigación».
Además, Gajardo descartó que el fiscal nacional, Ángel Valencia, le transmitiera «una preocupación política» por las acusaciones oficialistas al Ministerio Público, señalando que «los jueces, siempre, como ellos señalan, hablan a través de sus resoluciones judiciales».
En resumen, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, defendió firmemente la independencia de las instituciones judiciales y rechazó las acusaciones de «espionaje» planteadas por el Frente Amplio, reafirmando la necesidad de que la justicia funcione sin presiones políticas.
