Irán y Estados Unidos han reanudado este sábado en Roma las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, una semana después de una primera ronda que ambas partes calificaron de «constructiva». Esta nueva etapa de diálogo se produce en un contexto de creciente preocupación internacional por el avance del programa nuclear iraní, que según el jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) «no está lejos» de conseguir el arma nuclear.
Cabe recordar que en 2018, durante su primer mandato, el expresidente estadounidense Donald Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo multilateral firmado en 2015 para restringir el desarrollo nuclear de la República Islámica a cambio del levantamiento de sanciones. Desde entonces, Trump ha mantenido una política de «máxima presión» contra Irán, endureciendo las sanciones económicas y amenazando incluso con acciones militares.
Sin embargo, en los últimos meses, el tono del actual gobierno estadounidense parece haber cambiado. El jueves, el propio Trump afirmó no tener prisa para recurrir a la vía militar y que cree que «Irán quiere hablar». Esta nueva disposición al diálogo podría abrir la puerta a un posible acuerdo que evite un conflicto armado y permita desactivar la crisis nuclear en Oriente Medio.
Hacia un Nuevo Compromiso Nuclear
Las delegaciones en Roma estarán encabezadas por el canciller iraní, Abás Araqchi, y el emisario de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff. Al igual que en la primera ronda de negociaciones celebrada en Mascate, capital de Omán, ambos países buscarán alcanzar un nuevo compromiso que reemplace al acuerdo de 2015.
«Creemos que es posible llegar a un nuevo acuerdo que satisfaga las preocupaciones de todas las partes y permita a Irán desarrollar su programa nuclear con fines pacíficos, bajo estricta supervisión internacional»
, declaró un alto funcionario iraní.
Por su parte, el gobierno estadounidense ha manifestado su disposición a levantar algunas sanciones a cambio de que Irán acepte mayores restricciones y controles sobre su programa nuclear. Sin embargo, las negociaciones se anuncian complejas, ya que ambos países mantienen posiciones muy distantes en varios aspectos clave.
Desafíos y Oportunidades
Uno de los principales retos será lograr que Irán acepte limitar significativamente su capacidad de enriquecimiento de uranio, uno de los puntos más controvertidos del acuerdo de 2015. Otro obstáculo será conseguir que Estados Unidos levante la totalidad de las sanciones impuestas, algo que Teherán considera indispensable.
No obstante, expertos en la región consideran que existe una ventana de oportunidad para alcanzar un nuevo entendimiento. La disposición al diálogo de ambos gobiernos y la presión de la comunidad internacional podrían facilitar un acuerdo que evite una escalada militar y permita desactivar la crisis nuclear en Oriente Medio.
En cualquier caso, las próximas rondas de negociación serán decisivas para determinar si Irán y Estados Unidos pueden superar sus diferencias y llegar a un compromiso que satisfaga a todas las partes.
Fuente: Agencia de Noticias XYZ
