En los últimos años, las redes sociales como TikTok y YouTube se han convertido en un terreno fértil para la propagación de nuevos estereotipos sobre la mujer, generando una creciente presión y distorsionando la realidad de las jóvenes. Dos de estos conceptos que han ganado popularidad son la «mujer del proceso» y la «mujer de alto valor».
La «mujer del proceso» se describe como aquella que mantiene una relación de larga data con un hombre que no concreta una propuesta de matrimonio, y que probablemente nunca lo hará, terminando por dejarla. Según este estereotipo, estas mujeres cometen «errores» como dividir el pago de las cuentas, estar poco conectadas con su «lado femenino» o dar «trato de esposa» sin tener anillo.
Por otro lado, el concepto de «mujer de alto valor» alude a una chica que cumple con ciertas características supuestamente «deseables» por los hombres, como ser «muy femenina» y «magnética», dejarse cuidar y atender, jamás pagar la cuenta en una cita y haber tenido muy pocas parejas sexuales. Según este estereotipo, los hombres sí quieren casarse con esta mujer y «mantenerla».
Perpetuando Roles de Género Dañinos
Estos conceptos se construyen bajo estereotipos y roles sexistas, que le dan el espacio público, el reconocimiento y la valía al hombre, mientras que a la mujer la relegan al espacio privado y a encontrar valía por cómo complace y sirve a los demás, a su marido, a sus hijas e hijos o a su familia. Implica que la mujer renuncie a su libertad y autonomía, y esté relegada a los deseos y/o necesidades del hombre que la sustente.
Según la experta en género María Gijón, «son tendencias peligrosas por muchos motivos, pero en especial por la edad de quienes consumen esos videos. El 40% de las personas usuarias de TikTok tiene entre 12 y 24 años, justo el periodo de desarrollo de su corteza prefrontal, una zona del cerebro encargada del control de la conducta, los impulsos, la personalidad y otras funciones cognitivas superiores».
Empoderando a las Jóvenes
Para evitar que las jóvenes sigan estas tendencias dañinas, la psicóloga Jennifer Conejero enfatiza la importancia de la educación en casa y el promover que todas las personas son valiosas, más allá de los estándares sociales y estereotipos de género. Además, recomienda reflexionar sobre las propias metas y necesidades, y construir un proyecto en común con la pareja, en lugar de centrarse en las necesidades del otro.
«Es importante, enseñar el valor de cada persona más allá de los estándares sociales y estereotipos de género. También, reforzar, como grupo de apoyo (familia, amigos), el valor de cada persona más allá de lo impuesto por la sociedad».
En resumen, es crucial empoderar a las jóvenes para que desarrollen una imagen positiva de sí mismas, más allá de las expectativas impuestas por la sociedad y los nuevos estereotipos propagados en las redes sociales. Solo así podrán alcanzar su pleno potencial y construir relaciones saludables, basadas en el respeto y la igualdad.