Desmenuzando la propuesta constitucional – Primera parte
En esta primera parte, analizaremos detalladamente los cambios revolucionarios que se proponen en la nueva Constitución. Es importante conocer estos cambios para comprender cómo se comparan con la Constitución actual y entender las mejoras significativas que se están proponiendo.
Bases de la Institucionalidad
La propuesta constitucional comienza reafirmando que la dignidad humana es inviolable y que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Además, se destaca que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y que es deber del Estado y la sociedad protegerla y fortalecerla.
Es importante destacar que en ningún momento se exige que la familia sea heteroparental, lo que significa que se reconoce a todas las formas de familia, incluyendo los matrimonios de distinto sexo y con hijos, así como los convivientes del mismo o distinto sexo.
La propuesta también establece que el Estado debe servir a las personas y promover el bien común. Se ratifica que Chile es una república democrática, única e indivisible, y se reivindica la igualdad de trato entre hombres y mujeres.
Además, se reconoce a los pueblos indígenas como parte de nuestra nacionalidad, lo cual representa un avance significativo en el reconocimiento de la diversidad cultural de nuestro país. Se enfatiza que los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas deben ser respetados y promovidos por el Estado, y se reconoce su interculturalidad.
Principios rectores del sistema público
La propuesta constitucional incorpora como principios rectores del sistema público la probidad, la transparencia y la rendición de cuentas. Además, establece como un deber preeminente del Estado garantizar la seguridad de la población, resguardar y mantener la paz social y el orden público, y proteger el medio ambiente y la biodiversidad.
Por último, se destaca el rol determinante de los niños y se reivindican los emblemas patrios.
Conclusiones
En conclusión, la propuesta constitucional presenta cambios revolucionarios en las bases de la institucionalidad. Se reconocen y protegen los derechos de todas las formas de familia, se promueve la igualdad de género, se reconoce la diversidad cultural de nuestro país y se establecen principios rectores que fomentan la probidad y la transparencia en el sistema público.
Estos cambios representan una mejora significativa en comparación con la Constitución actual y demuestran la necesidad de reemplazarla por un texto más inclusivo y actualizado.