La economía chilena y su desafío actual
El ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, ha analizado el escenario económico nacional tras la publicación del IPoM de diciembre, que pronostica un nulo crecimiento del PIB chileno. Corbo señala que la economía chilena se encontraba desbordada debido a las políticas implementadas en los últimos años, especialmente en 2020 y 2021, cuando se realizaron retiros del fondo de pensiones y se brindó apoyo a hogares y empresas. Estas medidas llevaron a un sobrecalentamiento de la economía y a una explosión de precios.
Corbo destaca la labor del Banco Central al anticiparse a la inflación y subir la tasa de interés a tiempo, a diferencia de otros países avanzados. Sin embargo, señala que la falta de crecimiento en Chile se debe a la falta de prioridad que se le ha dado a este aspecto durante mucho tiempo. El sistema político ha sido incapaz de enfrentar las reformas necesarias para impulsar el crecimiento económico.
El desafío de crear un mejor ambiente para la inversión
Corbo destaca que, si bien la economía chilena ha logrado estabilizarse en términos de precios, aún falta crear un mejor ambiente para la inversión. Señala que en Chile existe una burocracia que dificulta la aprobación de proyectos en un tiempo razonable, lo que limita el crecimiento económico del país.
Las reformas claves y sus consecuencias
El ex presidente del Banco Central también analiza las reformas claves que está impulsando el Gobierno, como la reforma de pensiones y la ley de corta de las isapres. En relación a esta última, Corbo advierte que si el sistema de isapres colapsa, también colapsará el sistema de salud en general. Además, destaca que existen problemas legales relacionados con los contratos de las empresas extranjeras que invirtieron en Chile, lo que podría generar conflictos internacionales.
En cuanto a las pensiones, Corbo considera que la fórmula del 6% propuesta por el Gobierno es insuficiente para garantizar buenas jubilaciones. Propone legislar desde ya un 8% de cotización, destinando una parte importante a la cuenta individual de cada trabajador. Además, sugiere que un componente solidario podría ser financiado con impuestos generales, en lugar de ser pagado por el trabajador.