El impactante testimonio de Pamela Leiva
Este domingo se emitirá un nuevo episodio de Socios de la Parrilla, espacio que tendrá una gran invitada: la triunfadora del pasado Festival de Viña del Mar, la comediante Pamela Leiva. El espacio transmitido por Canal 13, además de la diversión, también entrega momentos de una profunda y tranquila conversación. Será el caso cuando la invitada recuerde el largo recorrido que ha realizado para lograr el éxito que disfruta hoy: desde su aparición en el reality 1810 hasta su participación en el certamen viñamarino.
En relación a sus inicios como comediante, Leiva confesará: “Siento que le torcí la mano al destino, creo que mi vida iba para otro lado. Mucha gente me dijo que me buscara un trabajo decente, porque cuando uno está empezando en esto no gana mucho dinero… pero yo creo que la inversión está en ir, actuar y tener la posibilidad de mostrarse. Eso es tener profesionalismo”.
Además, se vivirán momentos de mucha risa y diversión, como cuando la invitada desclasifique sus vacaciones de este año en varios países de Europa. También, Jorge y la invitada recordarán que a comienzos de este año ambos fueron los ganadores como los reyes del Copihue de Oro. Y un hilarante momento se dará cuando los Socios, liderados por Pamela, bailarán al ritmo de un conocido reggaetón.
Los inicios de Pamela Leiva en 1810
En tanto, una de las sorpresas de la noche será la participación de la madre y de la hermana de la figura televisiva: María Farías y Sandra Medina, respectivamente. En este segmento, se desarrollará un diálogo más profundo y cercano. Es así como Pancho le preguntará a la progenitora por qué no quería que su hija entrara a 1810, a lo que ella responderá: “yo no quería, porque pasó lo que siempre pensé que iba a pasar. En Chile siempre hacen bullying y Pamela en ese tiempo tenía sus kilitos de más… y a mí eso me afectó mucho”. Asimismo, desclasificará que “incluso me tuve que ir de mi casa porque los medios estaban siempre afuera”.
En cuanto a esto, Pamela Leiva manifestará que “hoy, a mis 40 años, miro para atrás y cada hecho doloroso que he pasado en mi vida, sólo me ha hecho crecer y aprender más. Entonces, de cierta forma, agradezco todo lo vivido para atrás”. Y agregará, “por eso no me arrepiento de haberme casado, porque eso trajo un tremendo aprendizaje… Miro para atrás y digo ‘todo pasó por algo’”.
