En un sorprendente desarrollo, el gobierno de Venezuela ha denunciado que alertó a Estados Unidos sobre un supuesto plan de «sectores extremistas de la derecha local» para colocar «explosivos letales» en la embajada estadounidense en Caracas. Según el jefe negociador del régimen venezolano, Jorge Rodríguez, esta información fue comunicada a EEUU «por tres vías distintas».
Rodríguez, quien también es presidente del Parlamento venezolano, afirmó que además se ha «advertido de estos hechos a una embajada europea», con el fin de que «se sirva comunicar de la gravedad de esta información a personal diplomático» de Estados Unidos. Venezuela y EEUU no han tenido relaciones diplomáticas desde 2019.
Refuerzo de Seguridad en la Embajada
En respuesta a esta supuesta amenaza, Rodríguez señaló que Venezuela «ha reforzado las medidas de seguridad en dicha sede diplomática que nuestro Gobierno respeta y protege». Calificó el presunto plan como una «grave amenaza» y lo enmarcó dentro de una «operación de falsa bandera».
Tensión Creciente entre EEUU y Venezuela
Esta denuncia se produce en un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Recientemente, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó que las Fuerzas Armadas de su país habían ejecutado otro ataque contra una embarcación que se desplazaba en el Caribe, cerca de las costas venezolanas.
Asimismo, Trump sugirió que EEUU podría pronto trasladar sus operaciones antinarcóticos del mar a la tierra, lo que ha sido interpretado como una posible escalada de las acciones militares contra Venezuela.
Solicitud de Apoyo al Papa
En medio de esta situación, el líder del régimen chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, solicitó recientemente al papa León XIV su «apoyo especial» para «consolidar la paz» en el país, según informó el canciller Yván Gil.
Ejercicios de Defensa Territorial
Por otro lado, el sábado pasado se llevaron a cabo ejercicios de organización en Venezuela para, según dijo Maduro, afinar «aún más todos los mecanismos de defensa territorial». Esto se produce en un contexto en el que EEUU mantiene una importante presencia militar en el Caribe, con al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como más de 4.500 soldados desplegados en la región.
La situación entre Venezuela y Estados Unidos parece estar alcanzando niveles de tensión cada vez más altos, con acusaciones cruzadas y una creciente presencia militar estadounidense en aguas cercanas a las costas venezolanas.
