En un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, Ball Corporation, líder global en la fabricación de envases de aluminio, se destaca por su enfoque innovador y su compromiso inquebrantable con la eficiencia y el cuidado del medio ambiente.
El proceso de producción de las latas de aluminio de Ball comienza con una materia prima altamente sostenible: láminas delgadas de aluminio, en su mayoría provenientes de material reciclado. Este enfoque permite reducir hasta en un 95% el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a un modelo de producción más limpio y responsable.
Calidad y Seguridad en Cada Etapa
Una vez que las láminas llegan a la planta, comienza un proceso técnico y altamente controlado. Los discos de aluminio se recortan y moldean en prensas especializadas para formar un vaso, que luego se estira y afina mediante el proceso de Draw and Wall Ironing (DWI). Esta técnica permite crear cuerpos de lata delgados y resistentes, optimizando el uso de recursos.
Posteriormente, las latas pasan por un riguroso proceso de limpieza que elimina cualquier residuo o aceite derivado de la conformación. A continuación, se aplican revestimientos internos especialmente diseñados para proteger el contenido del contacto directo con el metal, preservando el sabor, la frescura y la integridad del producto envasado.
Diseño y Personalización
En la siguiente etapa, las latas reciben su diseño gráfico externo mediante impresión de alta precisión, lo que permite a las marcas comunicar su identidad visual con nitidez y atractivo. Además, la tecnología de impresión digital de Ball ofrece la posibilidad de personalizar etiquetas para cantidades flexibles.
Luego, la parte superior del envase se estrecha en un proceso llamado «formación del cuello», preparándola para el cierre hermético con una tapa de aluminio fabricada por separado. Antes de salir de la planta, cada lata es sometida a estrictos controles de calidad mediante sistemas automatizados y supervisión técnica.
Eficiencia y Circularidad
El aluminio utilizado en las latas de Ball tiene una gran ventaja: puede reciclarse una y otra vez sin degradación del material. De hecho, en promedio, las latas de aluminio de Ball contienen un 74% de material reciclado, lo que les permite ofrecer un producto no solo funcional y seguro, sino también con una huella ambiental menor que otros envases.
Además, estas latas pueden estar nuevamente en el mercado en un plazo promedio de 60 días, cerrando el ciclo con una eficiencia que muy pocos materiales pueden igualar. «Esto representa una ventaja concreta para las marcas que buscan cumplir metas de sostenibilidad sin comprometer la calidad», afirma Gabriel Tribucio, Director Comercial de Ball para Sudamérica.
Ball continúa impulsando la innovación en sus procesos industriales, con inversiones en eficiencia energética y sistemas de reciclaje avanzado. Su enfoque en la sustentabilidad ha hecho de la compañía un socio estratégico para las principales marcas de bebidas en América Latina y el mundo.
