China ha anunciado que está evaluando la posibilidad de iniciar negociaciones comerciales con Estados Unidos, en lo que representa un giro significativo después de meses de tensiones y escalada arancelaria entre las dos mayores economías del mundo.
Según un comunicado del Ministerio chino de Comercio, la parte estadounidense ha transmitido en repetidas ocasiones su deseo de entablar conversaciones con China. Ante esto, el gobierno chino asegura que está analizando esta situación y que su posición sigue siendo coherente: «Si tenemos que pelear, pelearemos hasta el final; si tenemos que hablar, la puerta está abierta».
Sin embargo, el comunicado también deja claro que, de cara a un posible diálogo, Estados Unidos debe corregir sus «erróneas medidas arancelarias unilaterales». De lo contrario, advierte China, eso «demostrará una completa falta de sinceridad y dañará aún más la confianza mutua entre ambas partes».
Esta apertura de China a reanudar las negociaciones se produce apenas dos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que el gigante asiático está siendo «duramente golpeado» por los aranceles que le impuso. Trump insiste en que Estados Unidos mantiene conversaciones directas con China para resolver la cuestión arancelaria, algo que Pekín había negado repetidamente hasta ahora.
Escalada Arancelaria y Tensiones Comerciales
Desde que Trump intensificó la guerra comercial a principios de abril, Estados Unidos ha impuesto aranceles del 145% a los productos chinos, y China ha respondido con gravámenes de hasta el 125% para las importaciones estadounidenses. Esta espiral de medidas proteccionistas ha generado preocupación en los mercados y ha afectado a ambas economías.
«Decir una cosa y hacer otra, o incluso intentar usar las negociaciones como pretexto para ejercer coerción y chantaje, no funcionará con China»
, advierte el comunicado chino, dejando claro que cualquier intento de presionar a través de las negociaciones será infructuoso.
Impacto en la Actividad Económica
La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha tenido un impacto negativo en la actividad manufacturera de ambos países. Según datos recientes, la actividad manufacturera china sufrió un frenazo en abril como consecuencia de las tensiones comerciales.
Ante este escenario, tanto China como Estados Unidos tienen incentivos para llegar a un acuerdo que ponga fin a la escalada arancelaria y restaure la confianza entre las partes. Sin embargo, las condiciones que impone China para reanudar las negociaciones sugieren que el camino hacia un entendimiento no será sencillo.
En cualquier caso, la apertura de China a dialogar representa un giro significativo que podría allanar el camino hacia una solución negociada del conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo.