Hamás, el grupo islamista que gobierna la Franja de Gaza, ha confirmado que los principales aspectos para llegar a un alto el fuego y la liberación de rehenes están prácticamente cerrados. Sin embargo, aún falta que Israel entregue mapas específicos y fechas concretas sobre la retirada total de sus tropas de la zona.
Según una fuente del grupo, Hamás quiere garantías de que después de la fase tres del acuerdo, el Ejército israelí se habrá retirado por completo de toda la Franja de Gaza. Actualmente, las discusiones se centran en limitar la presencia de soldados israelíes a 500 metros en determinados puntos de la divisoria durante las tres etapas del acuerdo.
Por el contrario, Israel quiere permanecer en la denominada ‘área de amortiguación’, una franja de tierra de más de 1,2 kilómetros de profundidad que ocupó y demolió durante la guerra. Esta diferencia en las posiciones es uno de los principales obstáculos que aún deben resolverse.
El Plan Posguerra de Estados Unidos
Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que entregará a la próxima Administración de Donald Trump un plan posguerra para la Franja de Gaza. Este plan se basa en la reunificación de Gaza con Cisjordania y la creación de un gobierno palestino apoyado por la comunidad internacional.
Blinken también detalló una propuesta de reconstrucción para el enclave palestino, que seguiría los principios que él mismo anunció en Tokio en 2023. Este plan se aplicará después de que Israel y Hamás firmen un alto el fuego y la liberación de rehenes, y sentará las bases para la creación de un Estado palestino independiente.
Carrera Contrarreloj
Según la fuente de Hamás, los estadounidenses han fijado la fecha límite del 20 de enero para cerrar el acuerdo. Sin embargo, el grupo islamista está centrado en conseguir el mejor acuerdo posible con todos los detalles acordados, incluso si esto les lleva más allá de esa fecha. Su pueblo ha pagado un precio enorme y no pueden desperdiciarlo.
La presión por llegar a un acuerdo antes de la transición de poder en Estados Unidos es evidente. Ambas partes saben que este es un momento crucial para lograr una paz duradera en Gaza, pero aún deben superar importantes diferencias sobre la retirada israelí y la futura gobernanza del territorio.
