En un giro inesperado, la empresa de transporte Terminal O’Higgins se ha visto envuelta en una polémica por el uso de una imagen explícita de un accidente ferroviario en su publicidad. La gigantografía, que promocionaba la comodidad, seguridad y tranquilidad de viajar con la compañía, desató una ola de críticas en las redes sociales por considerarse insensible y de mal gusto.
La tragedia a la que se hace referencia ocurrió en San Bernardo, dejando dos personas fallecidas y nueve heridas. Usuarios indignados calificaron el uso de esta imagen como una trivialización del incidente, cuestionando la falta de tacto y empatía de la empresa.
Ante la presión pública, Terminal O’Higgins rápidamente emitió un comunicado ofreciendo disculpas y anunciando el retiro inmediato y definitivo de la polémica publicidad. La compañía reconoció que el contenido pudo ser interpretado como insensible y enfatizó que no fue su intención trivializar el accidente ni afectar la sensibilidad de la comunidad.
Además, la empresa reafirmó su compromiso con la seguridad y el bienestar de sus usuarios, señalando que este incidente los lleva a redoblar sus esfuerzos para garantizar que sus mensajes sean claros, respetuosos y alineados con los valores de la comunidad. Terminal O’Higgins agradeció las observaciones recibidas y anunció la revisión exhaustiva de sus políticas de comunicación.
Este episodio se convierte en una lección valiosa sobre la importancia de la sensibilidad y el tacto en las estrategias de marketing y publicidad. Las empresas deben ser conscientes del impacto que pueden tener sus mensajes, especialmente cuando se trata de temas delicados y dolorosos para la comunidad. La respuesta rápida y transparente de Terminal O’Higgins demuestra su compromiso por aprender de este error y mejorar sus prácticas en el futuro.