Cuando la modelo cubana Lisandra Silva y el bailarín Raúl Peralta se separaron, la situación se tornó extremadamente tensa y dolorosa. Silva confesó que en un momento dado, llegó a tener «deseos de matarlo» debido a las diferencias legales y emocionales que surgieron durante el proceso.
Sin embargo, a través de la meditación y la conexión espiritual, Silva logró encontrar un camino hacia la sanación y la reconstrucción de una relación cordial y centrada en el bienestar de sus dos hijos, Noah y Leiah.
Del Conflicto a la Cooperación
Según relató Silva en el podcast «Mamás In Progress», las discrepancias comenzaron cuando Peralta propuso una tuición compartida de los niños, algo a lo que ella se negó rotundamente. «Él me dijo: ‘Bueno, pero vamos a hacer una tuición compartida’, y yo le respondí: ‘Ninguna posibilidad, porque a Leiah la estoy amamantando, todavía le cambio los pañales, tú no la sabes bañar… es muy chiquita. No hay ninguna posibilidad'», recordó Silva.
Estas diferencias marcaron el inicio de una compleja disputa legal que Silva calificó como «una de las más difíciles» de su vida. «Empezó ahí una pelea legal. Fue muy duro. Hay un momento en el que uno dice: ‘¡Ay! Lo quiero matar’. Uno se ofusca en su propio mundo y piensa que no hay otra opción», confesó.
El Camino hacia la Sanación
Tras la separación, Silva se vio obligada a abandonar la casa que compartía con Peralta y comenzar de cero, enfrentando el desafío de criar a sus hijos sin una red familiar en Chile. «Llegó un momento en el que tenía deseos de matarlo, te lo juro», reveló con total honestidad.
Sin embargo, con el tiempo, Silva encontró en la meditación y la conexión espiritual un camino para sanar y recuperar su bienestar emocional. «Me dijeron: ‘Tú necesitas tiempo para ti, para calmarte emocionalmente, para respirar. Él te está dando la posibilidad de hacer una tuición compartida para que puedas cuidarte y reconstruirte'», relató.
Una Relación Saludable por el Bien de los Hijos
Gracias a este proceso de sanación, Silva y Peralta lograron reconstruir una relación cordial, centrada en el bienestar de Noah y Leiah. Actualmente, no es raro verlos compartiendo momentos familiares en redes sociales, especialmente en fechas especiales como los cumpleaños de sus pequeños.
La historia de Lisandra Silva demuestra que, incluso en los momentos más difíciles, es posible encontrar la fortaleza para superar el conflicto y construir una relación saludable por el bien de los hijos. Su ejemplo es una inspiración para todas las familias que enfrentan desafíos similares.
