Un incidente que sacudió los cimientos del Miss Universo 2025 tuvo lugar durante la tercera jornada de competencia, cuando el director tailandés del evento, Nawat Itsaragrisil, protagonizó un fuerte altercado con la representante de México, Fátima Bosch.
El problema se originó luego de que Nawat solicitara a las candidatas grabar un video promocional en el perfil de Instagram de Miss Universo Tailandia, donde las 10 que obtuvieran más votos compartirían una cena privada con él, además de recibir una ventaja en el concurso. Sin embargo, cuando Fátima Bosch le señaló que primero consultaría a la organización de su país, el tailandés perdió los estribos.
Frente a todas las participantes y ante la mirada de los reporteros, Nawat comenzó a insultar a Fátima, llamándola «estúpida» y amenazando a las candidatas con quitarles puntos si salían del salón. Varias representantes latinoamericanas se solidarizaron con su compañera mexicana.
Posteriormente, Fátima Bosch se acercó a la prensa y relató lo sucedido: «Como país tienen todo mi respeto, realmente amo a Tailandia, pero lo que el director ha hecho no es respetuoso. Me llamó ‘estúpida’ porque tiene problemas con la organización y creo que eso no es justo, porque estoy aquí, hago todo bien, no tengo problemas con nadie, solo intento ser amable, dar lo mejor de mí y él me gritó y dijo muchas cosas».
La actual Miss Universo, Victoria Kjær, también apoyó la decisión de Fátima y llegó a abandonar temporalmente el evento, declarando: «Este es un derecho de la mujer. Lo siento, tenemos que hacer algo más. Debemos respetar a todos, pero esto no puede seguir así. Menospreciar a los demás es una falta de respeto, y eso no es lo que quiero proteger».
Ante la polémica, la organización oficial del Miss Universo 2025 aclaró que el desafío de likes planteado por Nawat no era válido y enviarían a Tailandia a sus delegados para reforzar la colaboración y garantizar la equidad y transparencia del certamen.
Si bien Nawat Itsaragrisil no se ha disculpado oficialmente, Fátima Bosch decidió continuar en la competencia, convirtiéndose en un símbolo de empoderamiento y defensa de los derechos de las mujeres en el mundo de los concursos de belleza.
