
En un resultado que sorprendió a muchos, el centrista Rob Jetten se ha alzado victorioso en las elecciones legislativas de los Países Bajos, derrotando al líder de extrema derecha Geert Wilders en una contienda sumamente reñida.
Tras el recuento final de los votos, incluidos los de los neerlandeses residentes en el extranjero, Jetten y Wilders obtuvieron ambos 26 escaños. Sin embargo, la diferencia en el número total de votos a favor de Jetten fue de 28.455, lo que le otorgó la victoria definitiva.
Un Giro Proeuropeo para los Países Bajos
La victoria de Jetten, de 38 años, representa un claro giro hacia posiciones más centristas y proeuropeas en el país. Como líder del partido D66, Jetten ha prometido fortalecer los lazos de Holanda con la Unión Europea, en contraposición a la retórica euroescéptica de Wilders y su Partido por la Libertad (PVV).
Además, Jetten se perfila como el primer ministro abiertamente gay en la historia de los Países Bajos, lo que supone un hito simbólico en un país que tradicionalmente ha sido progresista en cuestiones de derechos LGBTQ+.
Retos para Formar Gobierno
Sin embargo, Jetten deberá enfrentar el desafío de formar una coalición de gobierno estable, ya que ningún partido obtuvo la mayoría absoluta en el Parlamento. La fragmentación política holandesa hace que Jetten deba negociar con otras fuerzas, como el centroderechista CDA, la alianza de izquierda Verdes/Partido Laborista y los liberales del VVD.
Según los expertos, la opción más viable sería una coalición entre estos cuatro partidos, que sumaría 86 de los 150 escaños parlamentarios. Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad del VVD y los Verdes/Laboristas para trabajar en conjunto.
Mientras tanto, el gobierno saliente de Dick Schoof continuará gestionando los asuntos corrientes hasta que se forme la nueva coalición, lo que podría extenderse hasta Navidad.
Una Victoria Contundente Pese a las Acusaciones
Cabe destacar que Wilders acusó a Jetten de «arrogancia» por haber reclamado la victoria antes del anuncio oficial. Sin embargo, el Consejo Electoral neerlandés confirmará el viernes que no hubo irregularidades significativas durante los comicios.
La victoria de Jetten supone un revés para el populismo de extrema derecha en Europa y un triunfo para las fuerzas políticas más moderadas y proeuropeas. Ahora, el reto será consolidar este giro centrista y mantener la estabilidad política en los Países Bajos.