En un giro inesperado en las relaciones diplomáticas entre Perú y México, el Gobierno peruano ha anunciado la ruptura de sus lazos oficiales con el país vecino. El detonante de esta decisión ha sido el asilo otorgado por México a Betssy Chávez, ex primera ministra del gobierno del destituido presidente Pedro Castillo.
Según el ministro peruano de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, esta medida se ha tomado «frente a este acto inamistoso y teniendo en cuenta las reiteradas acciones en que el actual y el anterior presidente de ese país han intervenido en los asuntos internos del Perú». Chávez, quien es requerida por la justicia peruana por su presunta participación en el intento de golpe de Estado de Castillo en 2022, se encuentra ahora refugiada en la residencia de la embajada mexicana en Lima.
Proceso Judicial y Controversia
De acuerdo con las autoridades peruanas, Chávez ha faltado a tres audiencias judiciales en medio del proceso en su contra en la Sala Penal Especial de la Corte Suprema. Su última comparecencia había sido el 24 de octubre, cuando se presentó por videollamada alegando un delicado estado de salud. Sin embargo, se identificaron incongruencias entre su certificado médico y su testimonio personal, lo que llevó a la suspensión de su abogado, Raúl Noblecilla, por presentar un documento falso.
Cabe señalar que el ex presidente Castillo también enfrenta un juicio por cargos de rebelión y conspiración, exponiéndose a una pena de 34 años de cárcel.
Implicaciones Diplomáticas
La decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas con México se enmarca en un contexto de tensión regional y creciente injerencia de algunos países en los asuntos internos de otros. Desde la perspectiva peruana, el asilo otorgado a Chávez se considera un «acto inamistoso» que viola la soberanía nacional.
Por su parte, México ha defendido su posición, argumentando que el asilo es una herramienta de protección humanitaria y que no constituye una intervención en los asuntos internos de Perú. Sin embargo, esta postura ha sido rechazada firmemente por las autoridades peruanas, quienes consideran que se trata de una injerencia inaceptable.
Impacto en la Región
La ruptura de relaciones diplomáticas entre Perú y México tiene el potencial de generar repercusiones más amplias en la región. Otros países podrían verse presionados a tomar posiciones y alinearse con uno u otro bando, lo que podría exacerbar las tensiones y dificultar la cooperación regional en áreas clave.
Expertos en relaciones internacionales advierten que este tipo de conflictos diplomáticos pueden tener consecuencias económicas y comerciales para ambos países, afectando sectores como el turismo, las inversiones y el intercambio de bienes y servicios.
Conclusión
La decisión de Perú de romper relaciones diplomáticas con México ha puesto de manifiesto las complejas dinámicas políticas y jurídicas que se desarrollan en torno al caso de la ex primera ministra Betssy Chávez y el ex presidente Pedro Castillo. Esta situación refleja la creciente tensión regional por la injerencia de algunos países en los asuntos internos de otros, lo que plantea importantes desafíos para la estabilidad y la cooperación en América Latina.
