La noticia del fallecimiento del legendario actor chileno Héctor «Tito» Noguera a los 88 años ha conmovido a la industria teatral y audiovisual del país. Ahora, su hija Emilia Noguera ha compartido detalles conmovedores sobre los últimos días de su padre, revelando cómo este afrontó su próximo deceso con serenidad y aceptación.
En una entrevista con el programa ‘Buenos días todos’ de TVN, Emilia Noguera, también actriz, relató que su padre, a pesar de la gravedad de su diagnóstico de cáncer, había logrado reconciliarse con la idea de su partida. «Estaba muy tranquilo él, estaba muy reconciliado con la idea, estaba muy tranquilo, sobre todo», expresó.
Una Vida Dedicada al Teatro
Emilia destacó la fortuna de haber compartido el oficio actoral con su padre a lo largo de los años. «Compartimos harto de oficio, eso fue una fortuna. Hay muchas familias que comparten oficio, ellos saben que es bonito y es valioso», comentó. Esta conexión a través del teatro les permitió forjar una relación especial, donde Noguera padre y compañeros de trabajo se convirtieron en una extensa familia.
Según Emilia, el teatro tiene algo «muy bonito» que permite que personas de diferentes edades se conviertan en «compañeros en el escenario». «El teatro tiene algo muy bonito y es que uno tiene amigos y amigas que de repente tienen 40, 50 años más que tú y es lo mismo, es como que son compañeros en el escenario, no más. Fue bonito ver a mis compañeros siendo amigos de mi papá también», relató.
Los Últimos Días de Tito Noguera
Emilia Noguera describió cómo los últimos días de su padre estuvieron rodeados del cariño y la compañía de sus colegas y amigos. «Él disfrutaba mucho de la gente, de la gente joven también, de la mayor también, disfrutaba mucho de sus compañeros de trabajo de audiovisual, entonces ellos y ellas vinieron a saludarlo, a estar con él, a conversar, a sacarlo al jardín, a leer, cantar, a festejar», contó.
Esta despedida serena y rodeada de afecto refleja la trayectoria de Héctor «Tito» Noguera, quien dejó una huella imborrable en el teatro y la televisión chilena a través de icónicos personajes como Federico Valdivieso en ‘Sucupira’ y Melquíades en ‘Romané’, entre otros.
La partida de esta leyenda del arte escénico sin duda dejará un vacío, pero también un legado de pasión, dedicación y conexión humana que inspira a las nuevas generaciones de actores y actrices.
