En un acto que ha indignado a la opinión pública, unos padres rusos habrían tatuado a su hijo de tan solo 1 año de edad con el objetivo de participar en un polémico concurso de un streamer bielorruso.
Según reportes, el streamer, cuyo nombre real es Andrey Burim (conocido como «Mellstroy»), había prometido regalar departamentos a quienes hicieran los videos promocionales más escandalosos para su proyecto vinculado a un casino. Desesperados por obtener una vivienda propia, la pareja decidió recurrir a este extremo, tatuando al pequeño con la frase «Mellstroy-Game» en su brazo.
El llanto desgarrador del bebé
Un video compartido por la madre del menor muestra cómo el niño llora desconsoladamente mientras le escriben las letras en su piel. La mujer habría explicado que tomaron esta decisión debido a que arriendan un hogar desde hace 3 años y no pueden comprar un departamento por problemas económicos.
Investigación y condena pública
Ante la indignación generalizada, la funcionaria rusa Ekaterina Mizulina, jefa de la Liga de Internet Segura, pidió una investigación penal urgente sobre este caso. Mizulina aseguró que «se ha tocado fondo» y que, si bien el tatuaje podría no ser real, «el bebé llora durante todo el video».
Las redes sociales se han llenado de comentarios condenando enérgicamente el accionar de los padres, quienes parecen haber antepuesto su desesperación por obtener una vivienda a la integridad y el bienestar de su propio hijo.
¿Hasta dónde llegaría la gente por un premio?
Este caso pone de manifiesto los extremos a los que pueden llegar las personas cuando se enfrentan a situaciones de vulnerabilidad económica. La promesa de un premio, en este caso un departamento, parece haber nublado el juicio de estos padres, quienes recurrieron a un acto que atenta contra la dignidad y los derechos del menor.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Cuántas otras personas estarán dispuestas a cometer actos similares o incluso peores con tal de obtener un beneficio material? Este tipo de concursos, que parecen aprovechar la desesperación de la gente, merecen ser severamente cuestionados y regulados para evitar que se repitan situaciones tan lamentables como esta.
