Después de un prolongado alejamiento de la pantalla chica, el comunicador Julián Elfenbein se prepara para su gran regreso a la televisión con el nuevo programa de Chilevisión, «¿Cuánto vale el show?». Sin embargo, su ausencia no se debió únicamente a una pausa profesional, sino también a un complejo problema de salud que lo mantuvo alejado del público.
Elfenbein fue diagnosticado con una hernia lumbar, una condición que lo obligó a someterse a una cirugía y que, hasta el día de hoy, sigue generándole molestias. Pese a la intervención, los dolores no desaparecieron por completo, obligándolo a someterse a un tratamiento con fuertes medicamentos como el Tramadol y el Lertus para sobrellevar el dolor.
Buscando alternativas al tratamiento farmacológico
En una reciente entrevista con el programa «Que te lo digo», Elfenbein reconoció que el uso prolongado de estos medicamentos lo tenía «medio en la luna» durante un año y medio. Ahora, el animador está intentando manejar su condición sin recurrir a estos tratamientos intensivos.
«De salud estoy bien, la hernia permanece, pero estoy intentando manejarla sin medicamento que me tenía medio en la luna por un año y medio, sobre todo el Tramadol. Me duele, pero por lo menos estoy sin medicamentos intensos», explicó Elfenbein.
Superando la dependencia a los analgésicos
El comunicador también abordó los rumores sobre su alejamiento de la televisión, aclarando que su estado se debía exclusivamente a su condición médica y al uso de estos medicamentos. Elfenbein reconoció que el Tramadol, una potente morfina sintética, puede generar cierta dependencia.
«Es adictivo en el sentido de que te calma el dolor. Era mucho medicamento durante todo el año pasado», detalló.
El regreso triunfal a la pantalla
A pesar de los desafíos de salud que ha enfrentado, Julián Elfenbein se prepara para su gran regreso a la televisión con el estreno de «¿Cuánto vale el show?», programado para este lunes 20 de octubre en el bloque de la tarde de Chilevisión. Su determinación por superar los obstáculos y volver a conectar con su público es un testimonio de su fortaleza y resiliencia.
