Los científicos han descubierto una inquietante noticia sobre el campo magnético de la Tierra: una zona dentro de la Anomalía del Atlántico Sur donde se está debilitando a un ritmo acelerado. Este fenómeno, detectado por la misión satelital Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), podría tener serias implicaciones para la seguridad espacial.
Según un nuevo estudio que analizó 11 años de datos recopilados por el enjambre de satélites Swarm, el campo magnético se está debilitando más rápidamente en una región específica del Océano Atlántico, al suroeste de África. Esta anomalía, identificada por primera vez en el siglo XIX cerca de Sudamérica, se ha ido expandiendo con el tiempo. Pero ahora los investigadores han encontrado un punto aún más débil dentro de ella, lo que demuestra que el fenómeno no ocurre de manera uniforme.
Patrones Raros de Flujo Magnético Inverso
Según Chris Finlay, profesor de geomagnetismo en la Universidad Técnica de Dinamarca y autor principal del estudio, este debilitamiento no uniforme está relacionado con los llamados «parches de flujo inverso». Estos son patrones inusuales del campo magnético que se producen en la frontera entre el núcleo externo líquido de la Tierra y su manto rocoso.
«Normalmente, esperaríamos ver líneas de campo magnético saliendo del núcleo en el hemisferio sur. Pero bajo la Anomalía del Atlántico Sur observamos zonas inesperadas donde el campo magnético, en lugar de salir del núcleo, regresa a él», explicó Finlay.
Gracias a los datos de Swarm, los investigadores pudieron observar uno de estos parches de flujo inverso moviéndose hacia el oeste sobre África, lo que contribuye al debilitamiento acelerado de la Anomalía del Atlántico Sur en esa región.
Implicaciones para la Seguridad Espacial
Si bien estos fenómenos se deben a procesos geológicos naturales y no representan un peligro inmediato para la vida en la superficie, la Anomalía del Atlántico Sur preocupa a los científicos por su impacto en la seguridad espacial. Los satélites que sobrevuelan esta región se enfrentan a mayores dosis de radiación, lo que puede provocar fallos de funcionamiento, daños en hardware crítico e incluso apagones temporales, advirtió la ESA.
A medida que la Anomalía del Atlántico Sur se expande y se intensifica en ciertas áreas, los operadores de satélites tendrán que estar cada vez más atentos a los posibles efectos de esta debilidad en el campo magnético terrestre. La investigación continua será crucial para comprender mejor este fenómeno y mitigar sus riesgos para las operaciones espaciales.