En una entrevista póstuma difundida por Netflix, la fallecida Jane Goodall, la famosa etóloga que dedicó su vida al estudio de los chimpancés, reveló su último y sorprendente deseo: enviar a varios líderes mundiales al espacio.
Según los fragmentos del programa «Últimas Palabras Famosas» que se han vuelto virales, Goodall afirmó que con gusto subiría a una nave espacial de SpaceX a Donald Trump, Elon Musk, Vladimir Putin, Xi Jinping y Benjamin Netanyahu, a quienes calificó como personas que «no le caen bien».
«Por supuesto, hay gente que no me gusta, y me gustaría subirlos a una de las naves espaciales de Musk y enviarlos a todos al planeta que seguro que va a descubrir», respondió Goodall cuando le preguntaron si había personas que no le agradaran.
La legendaria primatóloga, quien falleció la semana pasada a los 91 años, advirtió que Musk sería «el anfitrión» de esta inusual misión espacial, y que junto a él estarían Trump, algunos de sus «verdaderos seguidores», Putin, el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro israelí Netanyahu y su «gobierno de extrema derecha».
Una Entrevista Póstuma Sorprendente
Según Netflix, la entrevista con Goodall se realizó en marzo, bajo el entendido de que no se publicaría hasta después de su muerte. En ella, la científica también abordó temas como la agresividad de los chimpancés, uno de los focos centrales de su investigación.
Sin embargo, fue su deseo de enviar a varios líderes mundiales al espacio lo que generó mayor impacto y controversia. Mientras algunos elogiaron la franqueza y el tono crítico de Goodall, otros criticaron sus declaraciones como inapropiadas.
Un Mensaje de Esperanza y Advertencia
A pesar de sus duras palabras hacia ciertos personajes, Goodall cerró la entrevista con un mensaje de esperanza y una advertencia para quienes dañan al planeta. «Si quieren salvar lo que aún es hermoso en este mundo, si quieren salvar el planeta para las generaciones futuras (…), entonces piensen en las acciones que realizan cada día», dijo.
La legendaria primatóloga dejó claro que, incluso en sus últimos días, mantenía su pasión por la conservación de la naturaleza y su preocupación por el futuro del planeta. Su sorprendente testamento espacial se ha convertido en un tema de debate a nivel global.