La situación en Gaza se ha convertido en una tragedia sin precedentes. Según los últimos informes del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás, más de 66.005 palestinos han perdido la vida como resultado de los ataques del Ejército israelí desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre de 2023.
Los datos son escalofriantes: 79 nuevos fallecidos solo el sábado pasado, sumando un total de 168.162 heridos desde el comienzo de las hostilidades. Estas cifras, sin embargo, podrían ser aún más altas, ya que no reflejan los miles de cadáveres que siguen entre los escombros o en lugares de difícil acceso para los rescatistas.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Más allá de las devastadoras pérdidas de vidas, la ofensiva israelí ha sumido a Gaza en una profunda crisis humanitaria. Según el Ministerio de Sanidad local, algunos hospitales y centros de atención primaria en la ciudad de Gaza continúan operando y prestando servicios a la ciudadanía, a pesar de la «continua agresión y la escasez de suministros médicos y humanitarios».
Desde una perspectiva económica, la destrucción de infraestructuras y la interrupción de los servicios básicos han tenido un impacto devastador en la población. La falta de alimentos, agua y electricidad ha agravado aún más la situación de los habitantes de Gaza, quienes luchan por sobrevivir en medio de esta crisis sin precedentes.
Llamados a la acción de la comunidad internacional
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente la ofensiva israelí, con una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos, ONG y un creciente número de países calificando la situación de «genocidio». Estos llamamientos a la acción buscan poner fin a la violencia y brindar asistencia humanitaria urgente a la población de Gaza.
Sin embargo, las fuerzas armadas israelíes han continuado con sus operaciones, asegurando haber atacado 140 «objetivos militares» en Gaza, incluyendo estructuras militares, milicianos e «infraestructura militar adicional». Estas acciones, que pueden incluir también infraestructura civil, han exacerbado aún más la crisis humanitaria en la región.
La situación en Gaza es una tragedia que clama por una solución diplomática y humanitaria urgente. La comunidad internacional debe actuar de manera decisiva para poner fin a este conflicto y brindar el apoyo necesario a la población civil, cuya supervivencia se encuentra en grave peligro.
