En un giro estratégico, el gobierno de Chile ha anunciado que no realizará nuevas compras de armamento a Israel, marcando un distanciamiento político frente al conflicto en Medio Oriente. La ministra de Defensa, Adriana Delpiano, ha sido enfática al zanjar las dudas sobre esta relación comercial, asegurando que «Chile no va a comprar más armas a Israel» y que no existen adquisiciones en curso ni planes para retomarlas.
Una Decisión con Historia
Esta decisión se enmarca en una estrategia más amplia de diversificación de proveedores. Según detalló la ministra Delpiano, Chile ya ha sostenido conversaciones con Canadá, Japón, España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Turquía para explorar nuevas vías de cooperación y abastecimiento. El objetivo es no depender de un solo mercado y ampliar las opciones de equipamiento y soporte para las Fuerzas Armadas, en un escenario internacional donde la autonomía en materia de defensa adquiere cada vez mayor relevancia.
Respaldo y Críticas
La decisión ha generado reacciones encontradas en el Congreso. Mientras el diputado del Frente Amplio, Jorge Brito, respaldó la medida y acusó que Israel ha incumplido reiteradamente con Chile y otros países, el exministro de Defensa Jaime Ravinet la calificó como «irresponsable», advirtiendo que la dependencia de Chile con Israel sigue siendo alta. No obstante, Ravinet anticipó que un próximo gobierno podría restablecer la cooperación militar con Tel Aviv.
Diversificación y Autonomía
La estrategia de Chile se alinea con el discurso del presidente Gabriel Boric en la Asamblea General de la ONU, donde pidió que Benjamin Netanyahu y los responsables del «genocidio palestino» sean llevados ante un tribunal internacional. Al diversificar sus proveedores de armas, Chile busca fortalecer su autonomía en defensa y reducir su dependencia de un solo socio, abriendo nuevas oportunidades de cooperación con una variedad de países.