En un aparente despliegue de poderío militar, la Marina de Estados Unidos informó haber realizado pruebas de lanzamiento de cuatro misiles balísticos intercontinentales desde la costa este de Florida la semana pasada. Aunque las autoridades estadounidenses aseguran que estas pruebas «no se llevaron a cabo en respuesta a ningún acontecimiento internacional», la referencia explícita a que uno de los misiles fue visible desde Puerto Rico, a unos 700 kilómetros de la costa venezolana, sugiere un posible mensaje geopolítico.
Los misiles lanzados fueron del tipo Trident II D5, un sistema de misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) con capacidad para cargar cabezas nucleares y un alcance estimado de 12.000 kilómetros. Estos proyectiles fueron disparados desde un submarino de la clase Ohio entre el 17 y el 21 de septiembre.
Cabe destacar que, en las últimas semanas, Estados Unidos ha desplegado una importante fuerza naval en el Caribe, incluyendo destructores, navíos de asalto y transporte anfibio, e incluso un submarino de propulsión nuclear, con el argumento de combatir el narcotráfico procedente de Venezuela. Además, han enviado varios cazas F-35B a Puerto Rico.
Desde la perspectiva de los analistas, este despliegue militar parece excesivo para la supuesta tarea de interceptar embarcaciones de narcotraficantes, lo que ha llevado a Venezuela a acusar a la Casa Blanca de intentar forzar la caída del régimen de Nicolás Maduro.
En este contexto de creciente tensión geopolítica, las pruebas de misiles balísticos realizadas por Estados Unidos cerca de las costas venezolanas podrían interpretarse como una demostración de fuerza y advertencia dirigida al gobierno de Maduro.