En un tenso intercambio diplomático, el canciller venezolano, Yván Gil, ha advertido que Venezuela está «preparada para disuadir cualquier aventura que quiera hacer Estados Unidos sobre Venezuela». Desde la sede de la ONU en Nueva York, Gil manifestó que la postura de Venezuela no sería solo en defensa propia, sino en defensa de toda América Latina y el Caribe.
La advertencia de Gil se produce en medio del despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, que Washington justifica como parte de la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro considera esta presencia como una «amenaza» a la soberanía venezolana.
Ofreciendo Diálogo, Preparados para la Disuasión
Según el canciller, Venezuela está «ofreciendo diálogo» a Estados Unidos, tal como el presidente Maduro comunicó en una carta reciente al mandatario estadounidense, Donald Trump. En la misiva, Maduro expresó su disposición a mantener «conversaciones directas» con el enviado especial de Trump, Richard Grenell.
No obstante, Gil dejó claro que Venezuela está «preparada» para responder a cualquier «aventura» de Estados Unidos. «Hemos traído el mensaje de que Venezuela está preparada para disuadir cualquier aventura que quiera hacer Estados Unidos sobre Venezuela», enfatizó el canciller.
Tensión Diplomática y Despliegue Militar
La Casa Blanca ha confirmado haber recibido la carta de Maduro, calificando al «régimen» venezolano como «ilegítimo» y advirtiendo que la misiva contiene «muchas mentiras».
Paralelamente, Estados Unidos ha desplegado al menos ocho buques de guerra en la región del Caribe, junto con un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear y más de 4.500 soldados, como parte de una operación en la zona. Además, ha enviado cazas F-35B a Puerto Rico.
Esta creciente tensión diplomática y militar entre Venezuela y Estados Unidos refleja la compleja dinámica geopolítica en la región, donde ambos países parecen estar preparados para defender sus intereses y soberanía.
¿Hacia una Confrontación Inevitable?
Mientras Venezuela ofrece diálogo, también deja claro que está «preparada para disuadir» cualquier acción estadounidense. Esta postura de firmeza podría llevar a un choque de voluntades entre los dos países, con implicaciones regionales aún por determinar.
El futuro de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos permanece incierto, pero una cosa es clara: ambos gobiernos están adoptando posturas cada vez más confrontativas, lo que aumenta el riesgo de una escalada de tensiones en la región.