En una reciente declaración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que hay «rumores» sobre una supuesta relación entre el consumo de paracetamol (marca comercial Tylenol) y el aumento de casos de autismo en el país. Sin embargo, expertos en salud pública y neurología desmienten categóricamente esta aseveración, señalando que no existe evidencia científica que respalde dicha vinculación.
Trump argumentó que en «otras partes del mundo» como Cuba, donde supuestamente «no tienen Tylenol», «virtualmente no tienen autismo». No obstante, investigaciones exhaustivas han demostrado que la prevalencia del autismo es similar a nivel global, independientemente de las diferencias en el acceso a medicamentos como el paracetamol.
Falta de Evidencia Científica
Según Robert F. Kenney Jr., el secretario de Salud que acompañó a Trump en su declaración, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) planea cambiar las advertencias sobre el paracetamol para alertar sobre un supuesto «riesgo de autismo» por su consumo. Sin embargo, expertos médicos afirman que no existen pruebas claras que vinculen este medicamento de venta libre con el trastorno del espectro autista.
«El consumo de paracetamol durante el embarazo es seguro y no se ha demostrado que aumente el riesgo de autismo», señala la Dra. Emily Casanova, neuróloga infantil. «Las afirmaciones del presidente carecen de fundamento científico y pueden generar confusión y preocupación innecesaria entre las mujeres embarazadas».
Implicaciones Peligrosas
Líderes médicos y de salud pública temen que las declaraciones de Trump puedan desalentar el uso apropiado del paracetamol, un medicamento ampliamente utilizado y seguro para tratar el dolor y la fiebre, incluyendo durante el embarazo. Restringir injustificadamente el acceso a este fármaco podría tener graves consecuencias para la salud pública, advierte la Dra. Casanova.
En lugar de promover teorías sin sustento, los expertos instan al gobierno a basarse en la evidencia científica sólida y a evitar generar alarma infundada entre la población. El autismo es un trastorno complejo con múltiples factores genéticos y ambientales implicados, ninguno de los cuales ha sido vinculado de manera concluyente al uso de paracetamol.
Conclusión
Las afirmaciones del presidente Trump sobre una supuesta relación entre el paracetamol y el autismo carecen de respaldo científico. Los expertos médicos coinciden en que no existe evidencia que sustente dicha vinculación y advierten sobre los peligros de desalentar el uso apropiado de este medicamento seguro y ampliamente utilizado. En lugar de promover teorías infundadas, las autoridades deberían basarse en la ciencia para abordar de manera efectiva los complejos factores que influyen en el autismo.
