La pesca ilegal se ha convertido en una práctica alarmante en el Golfo de Ancud, en la región de Los Lagos, generando gran preocupación entre los habitantes de las caletas locales. Según informes de Radio Bío Bío, una flota de embarcaciones se ha instalado lenta y permanentemente entre las islas Tac, Chauque e Ica, extrayendo merluza principalmente durante la noche, utilizando redes y «malas artes».
Los lugareños denuncian que estos pescadores furtivos han establecido una verdadera supremacía en la zona, amenazando y proporcionando «buenos datos» a las autoridades. Hasta ahora, solo se ha realizado una fiscalización «por sorpresa» que ha arrojado resultados más concretos.
Esfuerzos de las Autoridades
El subsecretario de Pesca, Julio Salas, reconoce estar al tanto de esta problemática y señala que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) tiene las atribuciones para realizar las fiscalizaciones correspondientes. Sin embargo, el director (s) de Sernapesca Los Lagos, Branny Montecinos, indica que existen ciertas condiciones y tipificaciones de acciones que limitan el accionar de las instituciones.
Por su parte, el gobernador marítimo de Castro, capitán de navío Ricardo Cárcamo, comenta que se realizan seguimientos y operativos, pero las condiciones reales se traducen en una menor capacidad de detención de personas, que quedan citadas a los Juzgados y solo reciben infracciones. Además, la incautación de embarcaciones se ve dificultada por la falta de espacio en el borde costero.
Impacto en la Sustentabilidad y la Comunidad
Estos delitos e incautaciones son determinados por el Ministerio Público, que también participa en el combate de las acciones ilegales que afectan la sustentabilidad del recurso pesquero y la tranquilidad de los sectores ribereños del Golfo de Ancud.
La pesca ilegal representa un desafío complejo que requiere la coordinación y el esfuerzo conjunto de las autoridades competentes para proteger los recursos naturales y garantizar la seguridad de las comunidades costeras.
