El primer ministro de Albania, Edi Rama, ha anunciado un plan audaz para que su país se convierta en la primera sociedad 100% sin efectivo del mundo para 2030. Esta iniciativa, que forma parte de los esfuerzos de Albania por integrarse a la Unión Europea, plantea tanto oportunidades como importantes retos que el gobierno deberá abordar.
Una Transición Compleja
Si bien la idea de una Albania sin dinero en efectivo suena atractiva, la realidad es que el país enfrenta varios obstáculos significativos para lograr este objetivo. Según el experto financiero Arben Malaj, la alta tasa de informalidad, especialmente en el sector agrícola que representa una gran parte del PIB, será un factor clave a considerar. Además, una gran parte de la población vive en áreas rurales, donde el uso de efectivo sigue siendo predominante.
Otro desafío importante es la dependencia de los ingresos de los emigrantes, los cuales a menudo se envían fuera de los canales de pago oficiales. Sumado a esto, los principales socios comerciales de Albania, como Turquía, Grecia e Italia, también tienen altos niveles de informalidad, lo que dificulta la transición a una economía totalmente digital.
Preocupaciones sobre Ciberseguridad
Expertos en ciberseguridad, como Besmir Semanaj, advierten que el plan de Rama no solo es poco realista, sino también peligroso. Semanaj recuerda los ciberataques masivos que sufrieron instituciones estatales albanesas en 2024, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad del país ante amenazas digitales.
Incluso países europeos avanzados, como Suecia y Noruega, están reevaluando la necesidad de mantener un mínimo de efectivo en circulación debido a preocupaciones de seguridad y preparación ante emergencias o ciberataques. Albania, por su parte, aún se encuentra muy por debajo de los estándares de la UE en cuanto a transacciones digitales per cápita.
Barreras para el Comercio Electrónico
Otra barrera importante es la limitada infraestructura de pagos digitales en Albania. Plataformas internacionales como Stripe no operan en el país, y las pequeñas y medianas empresas dependen de bancos locales que ofrecen pasarelas de pago costosas de integrar. Incluso PayPal, si bien existe para individuos, no es una solución integrada para los negocios albaneses, lo que restringe el acceso al comercio digital global.
Un Largo Camino por Recorrer
Si bien el primer ministro Rama tiene la ambición de que Albania se una a la UE lo antes posible, expertos como Malaj y Semanaj coinciden en que el país aún tiene un largo camino por recorrer para convertirse en una sociedad sin efectivo. Más de una década podría ser necesaria para que Albania se adapte a esta nueva cultura financiera y desarrolle la infraestructura y seguridad necesarias.
El sueño de una Albania 100% digital es sin duda un objetivo ambicioso, pero su concreción requerirá de un esfuerzo sostenido y la superación de importantes obstáculos económicos, sociales y tecnológicos. Solo el tiempo dirá si esta visión se convierte en realidad o permanece como una utopía.