La ministra de Salud, Ximena Aguilera, ha advertido que no le sorprendería que se destapen nuevas denuncias de abusos y malos tratos en otros recintos hospitalarios a nivel nacional, tras el reciente caso de tortura y acoso revelado en el Hospital de Osorno, en la región de Los Lagos.
Aguilera señaló que el sector de la salud cuenta con la mayor cantidad de funcionarios públicos, lo que conlleva una intensa interacción entre las personas y, por lo tanto, una mayor probabilidad de que ocurran este tipo de eventos. «Es probable que se denuncien otros asuntos, y con todos ellos vamos a establecer la misma vara, la misma condena y el mismo castigo», aseguró la secretaria de Estado.
En relación al caso de Osorno, la ministra reiteró la más absoluta condena del Gobierno a este «hecho tan deleznablecomo lo ocurrido en el Hospital de Osorno». Describió además las medidas adoptadas por el Ministerio de Salud (Minsal), entre las que se encuentran:
Acciones del Minsal ante el caso de Osorno
– Envío de un abogado del gabinete de la ministra a la zona para supervisar los procesos que está llevando a cabo el Servicio de Salud y el hospital.
– Instrucción al Servicio de Salud de Osorno para que entregara todos los antecedentes y se adoptaran las primeras medidas, incluyendo la destitución inmediata de los cuatro funcionarios involucrados en los «graves episodios».
– Designación de un enviado especial (el subsecretario de Redes Asistenciales) para instruir un sumario y determinar las responsabilidades de las autoridades de la época en la denuncia y persecución de estos hechos.
– Comunicación oficial al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sobre todas estas actuaciones.
Ley Karin y Tolerancia Cero
Aguilera recalcó que este gobierno promulgó la Ley Karin, que tiene que ver con los abusos, y que cuentan con mecanismos para detectar y procesar todas estas situaciones. «Nosotros estamos y tenemos un mecanismo para detectar y procesar todas estas situaciones», afirmó.
La ministra dejó claro que el Gobierno tiene tolerancia cero ante este tipo de hechos, que son «condenables, y más aún cuando se desarrollan al interior de un establecimiento de salud» cuya función es cuidar la vida y la salud de las personas, «y no para el abuso o para la tortura».